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Dame noche tu silencio
Para que mis palabras nunca se derramen
Para que no afloren inútiles
Sé tú mis años
Y tus estrellas mis días
Dame río que naces de las nieves
Y que siembras la vida
Tu transparencia primitiva
Tu poder vital
Tu más grande turbulencia
Para romper el sueño
De aquellos que impiden
Que del agua fluyan ondulantes
Las sonrisas de los niños
Las flores
Y los cervatillos
Inclíname viento
Que mi voz y mi espalda se confundan
Para que toda víctima del sufrimiento
Pase
Por el puente de mi canto
Hacia la vida
Sol caliéntame la sangre
Hasta que mis ojos sean tú mismo
Quiero germinar el maíz
Toda la primavera
De entre los ojos fríos
Piedra perdida
Amenázame siempre
Con tu olvido
No quiero cambiar jamás
Mi puesto de hombre
Razón total por la que reparto
A manos llenas
Mi vida
Mar
Mar insondable
Soporta mi canto
Serena mis anhelos
Calma con tu inmensidad
Mi corazón ardiente
Dame tus peces
Que alimenten
A través de mis palabras
Y la ola furiosa
Para ahogar y desaparecer
A los mensajeros de la muerte
Fuerza eterna
Que yo no comprendo
No me abandones nunca
Lleva en tus cavidades de madre mi canto
Lléname con tu amor
Nutre mis palabras para todos los hombres
Danos a todos la fuerza
Para vivir en paz