Con el estruendo del mar sobre las grietas del roquedal y el aleteo de algunas gaviotas a lo largo de la orilla del mar, en la costa central chilena, llegó a fin el periplo de los restos mortales de Pablo Neruda hasta su casa de Isla Negra. El cuerpo del autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, —exhumado en 2013 para ser investigado por sospechas de haber sido asesinado— fue recibido el martes 26 de abril de 2016 por familiares y amigos. El féretro, cubierto con una bandera chilena y un ramo de rosas blancas, desfiló delante de la viga que el poeta un día talló con un mensaje premonitorio: «Regresaré de mis viajes. Navegué construyendo la alegría». Neruda fue sepultado en este lugar el 25 de septiembre de 1973. Allí también está enterrada su tercera mujer, Matilde Urrutia. Ahora su voluntad se ha vuelto a cumplir, como lo pidió en los versos “Disposiciones”... que allí quiero dormir entre los párpados del mar de la tierra.
Domingo, Mayo 1, 2016 - 00:00
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