De una experiencia con las Fuerzas Especiales de Infantería de Marina, en pos de la captura de Martín Caballero, vinculado a los frentes 35 y 37 de las Farc, le surge a Rodrigo Obregón la semilla creativa para la producción de La Batalla de los Montes de María.
Con 44 participaciones como actor en producciones de Hollywood tales como Daño colateral, The Dallas Connection, Tides of War, Django Z, y al lado de figuras rutilantes como Peter Fonda, Franco Nero, Frances Fisher o Ernest Borgnine, Obregón, el hijo de los célebres artistas colombianos Alejandro Obregón y Sonia Osorio, trabaja con ahínco, como si estuviera en sus inicios, cuando se trata de hacer cine, su pasión, o cuando está al frente de la Fundación Ballet Nacional o la Fundación Casa Museo Obregón.
En marzo de 2016, en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena, Obregón tomará posición en la Plaza de la Proclamación para la premier de su producción La Batalla de Montes de María, donde no participan actores espontáneos o de profesión. Allí todas las personas hablan con voz propia de sus vivencias en el entorno de la guerra por liberar a los Montes de María, en el departamento de Bolívar, de los grupos criminales, «llámense Farc, AUC, ELN o EPL», precisa Obregón.
El tiempo de producción fue de un mes. No obstante el panorama se tornó oscuro porque a los dos meses de la posproducción ocurrió un accidente: se cayó el disco duro donde estaba todo lo editado. Le tocó empezar a armar el documental, lo cual tomó medio año en terminarlo, relata Rodrigo Obregón, quien en tono agradecido dice que tiene como equipo de producción a Andes Films, de la cual hacen parte: David Botero, «un excelente director de fotografía con quien llevamos varios años trabajando y con quien nos entendemos sordos, ciegos y mudos. César Mora, asistente de producción, y Wirman Cote, asistente de luces y sonido».
A su juicio, el documental recrea una atmósfera teñida de tristeza e impotencia que llevó a algunos a la locura y a todos a la amarga resignación con la que vivieron esa época de terror. «Transmite el candor, el valor y la poesía de esos seres que no quisieron dejarse derrotar, que abrigaron optimismo y agradecen las ayudas que han podido recibir, pese a que jamás podrán quitar el luto de sus corazones».
Vale recordar que esta no es su primera incursión como director cinematográfico, y en el Festival de Cine de Cartagena previamente ha presentado un largo y un medio metraje en diferentes años. Rodrigo estudió actuación y dirección con Lee Strasberg, maestro de leyendas como Marilyn Monroe, Marlon Brando, Al Pacino y Robert De Niro. En Colombia solo ha actuado en el seriado Escalona, pero para no perder el ritmo de su vinculación con Hollywood, sigue allí en el listado de actores, esta vez en la titulada Papa, sobre la vida de Ernest Hemingway (1899-1961), que se estrenará en abril de 2016, en Los Ángeles, California. El filme sobre el escritor norteamericano (Por quién doblan las campanas) tuvo rodaje de algunos episodios en Cuba, bajo la dirección de Yari, productor de las películas Crash (2004) y El ilusionista (2006).
Declarado barranquillero, aunque nacido en Francia, Rodrigo Obregón es fundador desde hace 26 años de la Fundación Colombia Herida, que apoya soldados y policías heridos y las familias de los caídos y heridos de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional.
P ¿La pasión de Rodrigo Obregón hacia las Fuerzas Militares fue una de las motivaciones para la realización del documental?
R No, yo no tengo pasión por las Fuerzas Militares, yo tengo un deber, como ciudadano colombiano, de compartir sus vivencias y sus peligros en pos de defender la vida y honra de nuestra nación y sus principios contra los grupos narcoterroristas que la atacan.
P Basada en hechos reales, este documental le permite a usted actuar como periodista, ¿cómo le fue en la experiencia?
R Todo en el documental es realidad. Nada es ficticio o imaginado. Surge de mi experiencia como corresponsal de guerra del Ejército, agregado a una unidad de Fuerzas Especiales de Infantería de Marina. Y es en una operación para capturar a alias Martín Caballero, cabecilla de los frentes 35 y 37 de las Farc que asolaban la región, y a mí me quedó una gran incógnita sobre esa bella tierra y sus habitantes. Esa incógnita es la razón de ser de este documental donde 10 años después volví a dilucidar para mis adentros qué sucedió allí.
P Se ha hecho cine en Colombia con las uñas, pero en los últimos años también con respaldos económicos gubernamentales y privados. ¿Cómo fue en el caso de ‘La batalla de Montes de María’?
R A mí las entidades oficiales de cine nunca me han apoyado, más bien han tratado de bloquear mi trabajo por razones ideológicas. Pareciera que el cine en Colombia fuese propiedad exclusiva de artistas a la izquierda del espectro político y social, a quienes no les gusta que los demás hablemos, y eso es una infamia porque el cine es la voz de la democracia. El problema es que ellos son los dueños de los recursos del Estado. En este caso, mi trabajo, como muchas veces, lo hice con mis propios recursos.
P ¿Cuáles son otras metas de esta producción, además de llegar a las salas de cine de Colombia y de otros escenarios?
R Mis metas son: 1. Que particularmente los habitantes del Departamento de Bolívar, a quienes les concierne más que a todos, lo observen (Montes de María es el patio de atrás del Departamento), y 2. Que los colombianos lo puedan ver porque es un microcosmos de lo que las Fuerzas Militares y el Estado lograron al ganar conclusivamente la guerra en esta región y devolverles la paz a sus habitantes. Si esa misma estrategia se hubiera aplicado en las demás regiones…
P ¿Para el desarrollo del documental hubo un estudio de campo o el libreto se fue dando en la medida en que se realizaron las entrevistas y las tomas?
R Como yo viví la experiencia de patrullar los Montes tenía un conocimiento básico de lo que significaban. En mi mente sabía que debía revelar el antes, el durante y el después de la guerra. Es por eso que gravité a personas de la tercera edad como narradores, ya que ellos de niños recordaban un tiempo de paz y armonía. Los Montes eran un paraíso hasta que los grupos marxistas empezaron a infiltrarlos y a imponer su ley de sangre y fuego. En el desarrollar de la narrativa lineal del proyecto yo juego con las circunstancias y hechos fortuitos que se me presentan, conjugando la visión y norte del proyecto con los avatares del momento.
P ¿Cuál fue la acogida o la actitud de los moradores de las zonas hasta donde Rodrigo Obregón llegó con su equipo de producción?
R Como siempre me acerco a la realidad con mucho respeto, las gentes me dan en reciprocidad su atención y expresión.
P En las fotos se observa en su mayoría a adultos dando testimonios. ¿Qué hay de otras franjas: jóvenes, políticos?, ¿acaso miedo?
R Aunque el terror de aquellos días es aún reciente, el espíritu resiliente de los ciudadanos de Montes de María se sobrepone a esa época oscura, y brilla en ellos la esperanza. Como el objeto de la narración era una línea histórica de tiempo, me ceñí a las personas de la tercera edad que lo vivieron todo. El documental tiene 37 minutos, tenía que ser selectivo y económico con mis personajes. ¿Políticos? No los vimos ni en las curvas. Todos somos gente del común.
PERFIL
Rodrigo Obregón Osorio nació y creció dentro del ámbito de la danza al lado de su madre, la gran coreógrafa Sonia Osorio, y junto a su padre, el gran pintor Alejandro Obregón, genio de telones y visiones cromáticas que hacen parte de la historia plástica de Colombia.
Esa circunstancia puso a Rodrigo como un pequeño testigo de uno de los momentos más relevantes de la cultura en el país: El grupo de Barranquilla, el estrecho círculo de amigos Álvaro Cepeda, José Félix Fuenmayor, Gabriel García Márquez, Rafael Escalona, Germán Vargas, Orlando Rivera, Julio Mario Santo Domingo, Nereo López y el mismo Alejandro Obregón. Rodrigo adquirió libertad de pensamiento, impulsada por la capacidad intelectual de su madre, quien lo convirtió en un ávido lector. De la mano de su madre, Rodrigo también empezó a recorrer el mundo, bailando con el Ballet de Colombia de Sonia Osorio, experiencia que a su juicio lo convirtió en un ciudadano del planeta.
A los 15 años, comprendiendo que crecer y desarrollar en Colombia su propio proyecto artístico de vida bajo la sombra inmensa de sus padres lo expondría al peligro de dudar siempre de sus propias capacidades, Rodrigo tomó la decisión de desarrollar su carrera fuera del país, comenzando su vida de actor en Nueva York, trabajando en Off Broadway con muchos de los más brillantes talentos de la época. Esa etapa lo llevó a hacer teatro y cine en Italia, Holanda, Francia y Rusia y crea el grupo de teatro callejero l ‘Saltimbanqui’, con el que viajó por Colombia, escribiendo y dirigiendo sus propias obras, En estos momentos se alista para el estreno de la película de Hollywood, “Papa”, que tiene su premier en Los Ángeles a finales de abril. /R.O.