La década de los años sesenta fue marcada en música por The Beatles y The Rolling Stones, con canciones memorables y ya, clásicas, temas como: Hey Jude, Let it be, Yesterday, etc., para los primeros, y Satifaction, Sympathy for the Devil, y ya en los setenta, Angie, para los segundos.
En la década del setenta se presentó en la juventud colombiana, sobre todo universitaria, una simbiosis entre el rock y el naciente fenómeno de la salsa, situación bien narrada por el escritor y cineasta caleño Andrés Caicedo, en su libro Que viva la música. La Fania, Ricardo Richie Ray, El Gran Combo de Puerto Rico, etc. , nos marcaron y llenaron nuestras vidas de vivencias y recuerdos. Pero también existieron canciones rock (en esa simbiosis) que dejaron una profunda impronta en toda una generación, y se convirtieron en clásicos de la música universal, señalamos de manera arbitraria dos: En 1971 Samba pa ti, de Carlos Santana, y en 1976, Hotel California, de la banda Eagles.
El reciente fallecimiento del guitarrista de esta banda de leyenda, Glenn Frey, remueve recuerdos y sentimientos maravillosos.
Glenn Frey nació en Detroit el 6 de noviembre de 1948, pasó su infancia en Royal Oak (Michigan), tuvo coqueteos con el deporte, pero rápidamente orienta su vida hacia la música, es un adolescente en esa década maravillosa de los 60, estudiando piano, pero fue un autodidacta de la guitarra, influenciado por The Beatles.
En la secundaria fundó su primera banda, The Disciples, y posteriormente The Subterraneans y The Mushrooms. Transitó por el movimiento Hippie, como buena parte de su generación, movimiento de contracultura de los 60, anárquico, pacifista, que inició las preocupaciones sobre el medio ambiente, rechazando el materialismo y la Guerra de Vietnam, influenciado por la psicodélica del uso de marihuana y el LSD, y que tiene como ícono el Festival de Woodstock, en 1969. Cuando este se realiza, Glenn Frey tiene 21 años. Por aquella época vemos a Frey con su larga cabellera color café y sus ojos azules.
La banda Eagles se forma precisamente en el año en que Santana nos regala esa maravilla de Samba pa ti (1971). Sus inicios fueron entre el country y el bluegrass, produciendo ante todo baladas, pero después se orientan hacia un rock más clásico.
Sus inicios están asociados con artistas tan importantes de ese momento como Linda Ronstadt y Kenny Rogers. Sus verdaderos gestores son Glenn Frey y Don Henley, y posteriormente se les une Bernie Leadon, Randy Meisner, Timothy Schmit y Joe Walsh. Entre los años 1972 y 1975, produjeron grandes éxitos que se posicionaron en las primeras casillas en Estados Unidos y a nivel internacional. Pero fue en diciembre de 1976, con el álbum Hotel California, y particularmente con la canción del mismo nombre, que el grupo alcanzó una dimensión universal sin precedentes, ganando un Grammy. La canción dura 6 minutos, tiene uno de los solos de guitarra más memorables de la historia del rock, que muchos, con los ojos cerrados y simulando tocar una imaginaria guitarra hemos repetido innumerables veces. La melodía tiene tintes políticos, por lo que Don Henley en una entrevista afirmó: «Es una canción sobre el lado oscuro del ‘sueño americano’ y sobre el exceso en los Estados Unidos».
La banda se separó en 1980, y se reintegró en 1994 hasta hace unos días, por la muerte de Glenn Frey.
Después de 1980, Frey tuvo una exitosa época de solista con canciones importantes como: The One You Love, Smuggler’s Blues y The Heart Is On.
En los tiempos más recientes vimos un Glenn Frey más clásico, de pelo corto, con su talento intacto, y defensor del uso de la marihuana medicinal. Eagles es uno de los mejores grupos de la historia del rock, sus álbumes, especialmente Hotel California, ha batido récords de ventas, y aún lo sigue haciendo; la canción es considerada una de las mejores 500 de todos los tiempos.
Parafraseando la letra de la célebre canción ahora Glenn está “en un lugar encantador”…“pero nunca podrá salir de allí”. Vale ante su tumba un brindis con “champán rosado”, por su legado musical.