E.boy
Entre tú y yo: Esquinas/Billares/Peluquerías/Leves tráficos.
Es una distancia vulgar para hombres como nosotros.
La alegría de encontrarnos en medio de estas calles es una costumbre, una incesante casualidad.
Verte aparecer impecable, tomar tu mano y en ese “hola” ver tu sonrisa colgando como un dije.
Luego nada, un “hasta luego” que dura un siglo.
Y te alejas, así de simple es la nada.
Y yo me quedo en esta esquina de miseria
viendo tus bellos años.
Tu reflejo en los vidrios de las casas.
Tu caminar lento.
Como sí el tiempo.
Como sí el mundo.
Como si yo...
Afligido poema con toro y drones
I
Muerto sobre la arena y con sus orejas cortadas como trofeo en manos del matador, el toro no deja de oír los mortificantes aplausos.
II
Al culo apretado del torero le toma por sorpresa el enorme cuerno. Sangre y caca manchan el traje de luces. Excitado en las gradas, un chico moreno aprieta con fuerza el cuero de la bota, un chorro tibio de licor enciende su garganta: nadie aplaude.
III
El hombre gordo con tirantes mira al toro desde la barrera. Casi saborea la inminente estocada del bello torero andaluz. Quiere ver brotar la sangre del negro morro. No le basta con la de su Cristo crucificado. Al instante una lluvia de claveles rojos cae en la arena.
IV
La muerte es circular.
V
Con tu pañosa me he hecho una falda, matador, de todos el más moreno. Cómo no amarte, así tus ojos llorosos por la mala corrida te hayan echado hasta mis brazos. ¡No hay toro, no hay toro!, gritas de un lado a otro de ese cuarto de pesadumbre. Luego das la vuelta y entonces...