Quantcast
Channel: Revistas - Latitud
Viewing all 761 articles
Browse latest View live

El asombro ante lo cotidiano

$
0
0
Domingo, Abril 24, 2016 - 00:00

Siguiendo la tradición desde Grecia, la filosofía es asombro. Asombro ante lo que es tal y como es, expresaba Aristóteles. Por su lado, Platón consideraba que no hay otro comienzo para la filosofía que el asombro.

No obstante, el asombro, modernamente hablando, no se limita al sentido metafísico de la contemplación del ser en cuanto ser y a la búsqueda de las causas más allá de lo físico, en un apartado lugar, llámese Olimpo o Cielo de las Ideas. El pensamiento actual se orienta, de preferencia, al mundo de aquí abajo, a la realidad observable. El asombro se da ante los bosques, los ríos, los océanos que aún nos muestran su magnificencia a pesar de que la técnica sin control ha ido destruyendo la naturaleza. Maravillarse de la bondad de hombres y mujeres anónimos es posible incluso en tiempos de penuria moral. Asombrarse, por tanto, de lo humano, de los seres comunes,
de la multitud que deambula por las ciudades es también la tarea del filósofo en busca de la verdad.

Verdad que está en este mundo y no en un más allá. Recuérdese la crítica de Nietzsche a la idea del «mundo verdadero» de la metafísica occidental que, según él, es la historia de un error porque acaba volviéndose una fábula y deja de ser verdad.

Siguiendo el dramatismo que le imprime Nietzsche, el mundo verdadero es una idea antigua, simple y convincente, que pasa luego a ser dogma de fe, indemostrable, termina siendo una idea inútil, que tampoco obliga a creer en ella porque se ha convertido, para nuestro tiempo, en una fabulación.

El asombro ante lo individual y lo comunitario
Asumir el asombro, es decir, adoptar una actitud filosófica ante algo tan cotidiano como lo es la muchedumbre en la que estamos inmersos, no sería otra cosa que volver la mirada reflexiva al hombre común, apartándose de los superhéroes construidos por los medios masivos de comunicación y las revistas del espectáculo. Es volver la mirada al héroe de la vida diaria, a los hombres y mujeres ordinarios, ordinary people, que deambulan por las rutas de la vida democrática —en caso de haberla— o por el desierto de los derechos conculcados; esos habitantes que carecen de derechos porque se los han recortado en las multifacéticas dictaduras modernas.

Preguntarse por los seres humanos concretos es hacer filosofía política o filosofía de la comunidad. Para llegar a esa filosofía, la reflexión filosófica, según Hannah Arendt, tendría que hacer de la pluralidad humana, con sus grandezas y sus miserias, con sus victorias y sufrimientos, el objeto de su asombro. Incluso la pregunta nos lleva a hacer filosofía que educa para ver el mundo de manera distinta al fin utilitario que ha ido adquiriendo la educación, partiendo del mismo asombro socrático como bien lo expresa Martha Nussbaum con respecto a la educación de los niños: «Mientras el juego va avanzando, el niño va desarrollando también la capacidad de asombro e imaginación».

Habría que ir más lejos, si se quiere, aceptando que el hombre se encuentra en comunidad, que el individuo aislado no es nada sino es hombre con la mujer, hombre con otro, es decir, que la sentencia bíblica, a saber: «No es bueno que el hombre esté solo», no es otra cosa que la proclamación de la necesaria instauración del ser humano como existente en la comunidad. Hombre con el otro, individuo en la alteridad, ser humano en el seno de una comunidad, son tantas otras formas de decir que la filosofía tiene la gran tarea de abordar y preguntarse por la condición humana.

Las prácticas cotidianas
Michel de Certeau nos propone mirar con detenimiento la invención de lo cotidiano, que se basa en redescubrir la vida diaria, centrada «en el hombre ordinario». Para los pensadores franceses de Mayo del 68, la propuesta filosófica se refería a la figura anónima y múltiple, encontrada al azar en tantas ciudades de Europa y de América: «Hombre ordinario. Héroe común. Personaje diseminado».

Para nosotros, en América, particularmente en el Caribe, esa propuesta filosófica debería referirse a lo que el ‘hombre ordinario’ representa: sobre todo, mas no exclusivamente, a los humildes, a los que no tienen nada, a los campesinos echados de sus tierras, a la mujer maltratada, al niño desnutrido, al adolescente pobre que no recibe educación ni tiene oportunidades.

En los escritos citados de Michel de Certeau encontramos un riquísimo material y una guía para la investigación de lo cotidiano, que busca expresar la experiencia de la cultura multiforme de la calle que se resiste al poder monolítico, a la razón única, a la imposición del discurso monódico sobre la singularidad y sobre el cuerpo.

Hacer historia y filosofía, pero también hacer el habla, dejar hablar: tomar la palabra y dar la palabra a quienes no la han tenido. Como anota de Certeau en L’Écriture de l’histoire, dar la palabra a los olvidados: el salvaje, el pasado, el pueblo, el loco, el niño, el Tercer Mundo…

Maravillarse de lo cotidiano
Esta convicción ética y política sobre el individuo se nutre de una sensibilidad, incluso estética, que se expresa mediante la capacidad para maravillarse ante lo cotidiano y frente a la vida cotidiana de los individuos: la cotidianidad está sembrada de maravillas, espuma tan deslumbrante como los libros de los escritores o los cuadros de los pintores.

Poco interesa que este orden se refiera, hoy, a productos de consumo ofrecidos por una distribución masiva que desea dar forma a la multitud, conforme a modelos de consumo impuestos, mientras que ayer se trataba del orden de verdades dogmáticas en las cuales había que creer y en sus ritos de celebración  que se debían cumplir.

Lo que importa en nuestro tiempo es que los individuos están sometidos por otros dogmas, esta vez producidos por el mercado y la especulación financiera. Lo dramático es que las mayorías están compuestas de individuos que no cuentan, que no tienen mucho que ofrecer, porque no tienen educación ni competencias. Son encarnaciones de El hombre sin atributos (1940) de Robert Musil, que prefiguraba esta erosión e irrisión modernas de lo singular, de lo individual. No se trata ya, como en el reciente pasado, de una denuncia burguesa sino del asombro moral ante las inequidades.

La mayoría de los habitantes del Caribe está conformada por ‘hombres sin atributos’. ¿No es acaso el Caribe colombiano la región donde la pobreza disminuye menos que en el resto del país, si se comparan los resultados socio-económicos hasta fechas más recientes, por ejemplo? Para no hablar de la pobreza extrema o de la miseria que, en nuestra región Caribe, muestran los peores índices.

El experto y el filósofo
El camino filosófico, que está aún por hacerse, consiste, en una primera aproximación, en llevar las prácticas y las lenguas científicas hacia su país de origen, a la everyday life, que es la vida cotidiana.

Si Ludwig Wittgenstein se propone «llevar el lenguaje de su uso filosófico a su uso ordinario, al everyday use, proyecto que ha desarrollado, sobre todo, durante el último periodo de su obra», es porque está invitando al filósofo a impedirse el desbordamiento metafísico para acercarse al lenguaje que mejor capture los lenguajes cotidianos, el hablar y el pensar de los individuos. Podríamos decir, entre nosotros del Caribe, que es capturar el lenguaje de los que no tienen voz ni siquiera voto autónomo en las urnas.

Por otro lado, los filósofos, en general, nos hemos fijado como una de las tareas más apremiantes ser los científicos de la actividad significante en el lenguaje común. No se trata de criticar esa tarea, tampoco de caer en la trampa de convertirnos en expertos que se alejan de los individuos y sus preocupaciones cotidianas. El lenguaje ordinario, la cultura de cada día, están ahí para recordarnos que necesitan voceros.

La ciencia es una tarea que la filosofía debe abordar, pero habría que evitar convertirse en el experto o el intérprete, situado en otro campo lingüístico que se superpone a la ciencia; mucho menos hablar en otra parte ‘en su nombre’. La excesiva especialización ha creado una cultura de la llamada expertise que ha distorsionado la educación superior y ha generado un impacto negativo en muchos profesores y en in- numerables estudiantes.

Por otro lado, la movilidad global, las comunicaciones y las tecnologías de la información han creado interconexiones, los campos y disciplinas académicas se han vuelto paradójicamente más fragmentarios y aislados entre sí. Las universidades hacen alarde de su expansión y visión globales, pero son mayormente instituciones que funcionan como silos de almacenamiento, mal adaptadas al mundo interconectado.

Asombro y crítica
La filosofía es asombro, es maravillarse. Pero, también tiene una historia desarrollada desde Sócrates y enlazada con el pensamiento crítico: el de cuestionar y preguntar. En esta perspectiva, con el auge de la globalización y el afán de competir por el dinero, valen las preocupaciones de Martha Nussbaum: «Se están produciendo máquinas enteras utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales con la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una mirada crítica sobre las tradiciones y comprender la importancia de los logros y los sufrimientos ajenos».

*Rector de la Universidad del Norte por más de 30 años. Con estudios doctorales en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Sorbona.

Jesús Ferro Bayona
sumario: 
Ensayos inéditos y otros publicados contiene el libro ‘El mito de la filosofía’, que será presentado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2016. Llegar a los universitarios e interesados en el pensamiento filosófico es el propósito del autor.
No

Dos pruebas de amor

$
0
0
Domingo, Abril 24, 2016 - 00:00

En franca oposición al célebre título con que Kubrick cerró los noventa, todos han dilatado sus pupilas al máximo en la Cinemateca del Caribe. Electra y Murphy son los responsables desde el primer fotograma, muy a pesar del sugestivo tráiler que premeditaba el evento. Espectadores de edades diversas carecen del pudor supuesto en otros escenarios con material combustible semejante. Porque así percibimos lo cotidiano. La sexualidad delimita el círculo de lo íntimo al que no suele ingresar más de una(o) a la vez, salvo por invitaciones que son materia del debate moral y del creciente abanico de exploración en la actual cosmopolis. La contemplación del sexo es otro de los límites. Algo también rayano en el ‘qué dirán’. Pero los arriba mencionados continúan viendo Love (Gaspar Noé, 2015) con los ojos bien abiertos. Los he visto en Cartagena y Barranquilla con la misma expresión en el rostro. Y no es de perplejidad.

El cuarto filme del argentino, radicado en Francia, Gaspar Noé, quien nos presenta la natural extravagancia como norma desde Tintarella di luna (1985), su primer cortometraje, y Solo contra todos (1998), su ópera prima en largo, nos avienta hacia las fronteras de lo divino y lo profano.

Camino similar, manteniendo las proporciones, recorrió la pareja de Alice y Bill Harford, interpretados por Nicole Kidman y Tom Cruise en Ojos bien cerrados (Eyes Wide Shut, 1999), testamento cinematográfico de Stanley Kubrick. En ellos la tentación hace escala previa en la confrontación de sus deseos aún no materializados, escarbando entre lo utópico, lo soñado en silencio y, sin embargo, no menos doloroso al momento de recrearlo en palabras. Siendo su mayor fortaleza y peor debilidad a la vez, los Harford pagarán el precio de su sinceridad, tal cual Electra (Aomi Muyock) y Murphy (Karl Glusman), quienes buscando un trío con Omi (Klara Kristin) engendrarán al cuarto, e inesperado, miembro de su intríngulis erótico en Love; razón, a la postre, de su distanciamiento.

De modo que, parafraseando a Hitchcock, un Gaspar (como llaman al bebé) será el MacGuffin que moverá la trama en Love, como una hermandad orgiástica lo hará en Ojos bien cerrados. Las consecuencias devienen en estímulos que no compensan la franqueza de unos personajes cuya constante búsqueda del amor los conduce a su vasto árbol de manifestaciones. Y las físicas, tendenciosas y equívocas, pero equiparables al summum del placer y a la comprobación sólida de lo que es etéreo hasta concretar, al menos, un beso, los pondrán a prueba.

Cuatro almas perseguidas en delineados planos secuencias con la fotografía de Benoît Debie y Larry Smith (al servicio de Noé y de Kubrick) divagan en conversaciones, a veces triviales, a veces profundas, por París y Nueva York. Al final, la Gnossienne n° 3, de Erik Satie, y el Vals n° 2, de Dmitri Shostakóvich, pesan con insoportable levedad en nuestro juicio cuando todo está dicho entre estos Tomás y Sabina posmodernos. No hay Kundera que valga.

El imperio de los sentidos (1976), Calígula (1979), Los idiotas (1998), Romance X (1999), 9 orgasmos (2004), Miente conmigo (2005), Shortbus (2006) y Ninfomaníaca Vol. 1 y 2 (2013) también pueden jactarse de bordear los límites de lo permisible en pantallas, pero solo Love empleó el 3D para dimensionar la explosividad de un orgasmo. Y si bien esto podría catalogarse de mero asunto cosmético, lo que empezó con una clase magistral de Gaspar Noé y una función de medianoche en el 56° Ficci, aún no termina.

No hay censura para el inconsciente. Donde habita el arte también pernocta el deseo. Lo dijo Bill en boca de Cruise: «Ningún sueño jamás es solo un sueño». Pero es Alice, en labios de Kidman, quien resuena en mi libido: «Hay algo muy importante que necesitamos hacer cuanto antes». Tajante respuesta recibió su esposo al preguntar: «¿Qué?».

*Crítico – Formador de públicos.

Redacción
No

Son los hermanos Zuleta, pero son diferentes

$
0
0
Domingo, Abril 24, 2016 - 00:00

Desde cuando el acordeón llegó a la Costa, la familia Zuleta, en La Baja Guajira, lo tomó como su instrumento preferido bordando en ella bellas canciones, hoy desconocidas. Surgió luego Emiliano Zuleta Baquero, cuyas obras se volvieron transcendentales, muy acogidas por parte de la sociedad distinguida del Magdalena Grande.

Sus hijos Emiliano, Poncho, Héctor Fabio y Mario, aprovecharon las labores de su padre para tomar prestado su acordeón y convertirse en verdaderos maestros de ella. Emiliano consentía esto, mas no Carmen Díaz, pues quería que sus hijos fueran profesionales. Por la influencia de sus padres estudiaron en Tunja y Bogotá los dos mayores, pero llevando en sus dedos y en sus voces esos ritmos desconocidos por muchos, que luego la semántica popular al convertirse el término despectivo en motivo de orgullo y distinción lo llamó “vallenatos”.

Chema Gómez, Tobías Enrique Pumarejo, Luis Pitre, Germán Serna, Juan Muñoz, Chiche Guerra, Santander Martínez, Emiliano El Viejo, Leandro Díaz, Morales y muchos más, pero sobre todo Rafael Escalona, hicieron brillar esos aires; con su influencia llamaron la atención de los poderosos como Gabriel García Márquez y Alfonso López Michelsen.

Y así se consagró el triunfo de esta música, engendrando incluso el Departamento del Cesar y, con él, el gran impulsor de ella, el Festival de la Leyenda Vallenata, hoy conocido como Festival Vallenato.

Las casas disqueras, llegadas en el siglo XX, la expandieron con sus grabaciones en acordeón y guitarra, desbordando ritmos tan populares como el bambuco, la cumbia, el porro, el merecumbé, etc.

En la fría Bogotá luego de que fuera desapareciendo el acordeonista cantante, surgió este dúo de los hermanos Emiliano y Poncho, más conocidos como Los Hermanos Zuleta. Crearon un estilo particular que sirvió de escuela, llevando al acetato las canciones más dicientes de los viejos compositores, creando una unión que aún perdura y, por el contrario, se hace más famosa, como se demostrará en el Festival de la Leyenda Vallenata, que este año los llenará de honores, y a su dinastía.

Son hermanos semejantes pero no iguales. Emiliano es temperamental y eso lo hace franco y sincero.

Poncho es el prototipo del vallenato guajiro, simpático con su picardía a cuestas.

Ambos poseen virtudes musicales, uno para el acordeón y el otro para el canto; pero ambos son buenos compositores y verseadores.

Por suerte para la conservación del folclor (vallenato tradicional), Poncho nos notificó en una canción que «cuando no pueda cantar como ahora canto, seguiré componiendo mis canciones para no retirarme de este arte».

Eso parece lejano por su aparente salud, pero como en el parto «sale porque sale».

*Compositor colombiano, autor de canciones como ‘El mochuelo’, ‘El viejo Miguel’, ‘La hamaca grande’ y muchos más, entre ellos vallenatos clásicos, porros y cumbias.
 

Adolfo Pacheco Anillo
sumario: 
Poncho y Emilianito, llenos de virtudes musicales, recibirán honores desde el 26 de abril en el Festival de la Leyenda Vallenata.
No

Buika: el triunfo del mestizaje

$
0
0
Domingo, Abril 24, 2016 - 00:00

María Concepción Balboa, Concha Buika, no solo es una de las cantantes más prestigiosas y celebradas de la actualidad; su voz, su canto, su espectáculo es ante todo un conjunto de experiencias que no dejan en paz a quien la ve actuando o a quien escucha su música. Este impacto lo origina una sumatoria de facetas que uno puede ir descubriendo y cotejando en los diversos momentos de su vida.

Por una parte, está su apariencia, su presencia escénica de mujer negra con rasgos muy particulares (como los de Carmen MacRae y Miles Davis), que creció entre gitanos y aprendió a entonar y a manejar todo el complejo melismático del cante jondo y la copla española y flamenca, reuniendo en esa condición un impacto indiscutible en el contexto de los grandes espectáculos musicales del mundo de hoy. Su voz, su presencia y su repertorio no le dejan a nadie el corazón en paz.

Un segundo aspecto es que Buika no solo puede cantar con toda naturalidad y propiedad con ese dejo gitano, sino que su voz negra, su timbre sucio, en un sentido jazzístico, como cuando hablamos de Armstrong, representa sin duda el ingrediente especial para la expresión de ese desgarramiento, de ese malestar existencial que esta artista lleva por dentro y sufre en sus canciones.

Un tercer aspecto en esta enciclopedia adolorida que es Buika es el amplio abanico que alcanza su sensibilidad cantora y compositora, y de intérprete instrumentista también, y que la hace una cantante con habilidades también muy diversas. La hemos visto asumir con un sello personal muy propio el gran repertorio latinoamericano del bolero; ha podido con las heridas del tango sin desangrarse; con la exigente tradición popular española de la copla; la sinuosa suavidad del soul le cae de maravilla; puede ‘jazzear’ con swing y con hondura en los terrenos del blues; y ha hecho de la canción flamenca, en la que tantos mitos han campeado, una zona de confort muy propia.

Esa reunión de habilidades interpretativas hacen que su música sea la más amplia demostración de lo que se ha forjado y vive en su condición mestiza, en el sentido antropológico y cultural más positivo del término.

Y una cuarta determinante es su personalidad llena de arrojo en la que influyen también, quién lo duda, la valentía gitana, la resolución para sentir, para hablar y para vivir; para asumir con realidad y con arte su pasado histórico y su historia negra, asistida desde ambas procedencias por la persecución de la pobreza y la vida dura, a pesar de que su padre era un exministro y escritor. ¿De dónde si no de allí nace su sentido de vivir, cantar y ser una ciudadana del mundo declarada en rebeldía permanente? ¿Y de qué otra manera podría entenderse cuando dice: «yo soy negra: la tristeza para mí es una diversión»?

Buika nació en la Isla de Mallorca en 1972, hija de un matrimonio de refugiados políticos de Guinea Ecuatorial. Desde pequeña se escapaba a un barrio llamado Son Gotleu donde había música y canto siempre, y así comenzó todo, ayudado por el gusto musical de una madre que se preocupaba porque en su casa hubiera música sonando a toda hora. Y cantaba y bailaba donde quiera que podía.

Y siempre fue muy consciente de esa condición mestiza que conecta su sangre desde sus venas hasta sus discos. Su primer disco publicado en 2000 se tituló precisamente Mestizüo, un término que explica mucho mejor y más seriamente lo que expresa la palabra fusión.

Además del compromiso interior del canto y de la música en sí mismos, Buika suma a su expediente de artista el hecho de ser también una autora que ha publicado dos libros de poemas que, más allá del hecho puramente editorial o literario, le comportan ante todo refuerzos espirituales y conceptuales que enriquecen sin duda su pensamiento de artista integral que escribe, canta, compone, actúa en películas y ejecuta instrumentos, y que pone a prueba sus ideas cuando en una entrevista al periodista Alberto Lladó en el periódico La Vanguardia, en 2014, a propósito de su segundo disco, Buika, de 2005, le dice:

«Mi condición, y no sé si celebrarlo o lamentarlo, es la de quien siente que es el hambre lo que me mantiene con vida. Siento que siempre me alimentó más que la comida... Soy soldado. Yo nunca deseo, eso es para príncipes, y jamás ordeno porque eso es de jefes y reyes, ellos no pueden hacer lo que hago yo, lo mío es exclusivo de los verdaderamente fuertes, de los que pueden unir lo dividido o conseguir lo casi imposible con la fuerza de la música, con un buen guion, con una coreografía, con un lienzo. Siempre siento vértigo, pero a la vez me alivia pensar que soy yo o uno de nosotros el que va a guiar a la tribu hacia el otro lado de la línea. Por lo menos durante el tiempo que dura el show».

Concha Buika entró a la vida artística para hacerlo todo sin parar. Después de su segundo disco se junta con un gran músico, compositor y productor español llamado Javier Limón, y con él saca a la luz tres discos importantes: Mi niña Lola, 2006, Niña de fuego, 2008, y El último trago, 2009. Tres producciones que, teniendo cada una su propia experiencia de impacto individual, juntas significan la ratificación absoluta de lo que los dos primeros discos habían anunciado al mundo como una gran noticia para la música popular contemporánea; es decir, la consolidación de una propuesta estilística que no recuerda a nadie más en ningún campo de esta música, y que con toda razón permite que pueda ser comparada con lo que los entendidos llaman las voces históricas del canto: Billie Holiday, Edith Piaf, Nina Simone y Amy Winehouse.

Y recogiendo premios y reconocimientos a lo largo de un camino de éxitos por parte no solo del público de distintos países sino de otros cantantes y artistas y productores, Buika, después de la recepción de su disco en homenaje a Chabela Vargas, al lado del pianista Chucho Valdés, en 2009, hace su primer disco compilatorio titulado En mi piel (2011), y recorre múltiples escenarios internacionales compartiendo experiencias con cantantes como Rachelle Ferrell, Chic Corea, Pat Metheny, entre otros, y participa en una película de Pedro Almodóvar y llega a su séptimo disco, La noche más larga (2011).

Pero cuando las giras y los múltiples compromisos se vuelven pan de cada día es probable que la frescura del artista se vaya marchitando noche a noche bajo las luces de los escenarios. Solo que en este caso, la pasión de Buika, el «hambre» que aún la sostiene sin importar que ahora vive en el Miami de las grandes estrellas, es el principal incentivo para seguir alimentando su espectáculo con una manera muy personal de relacionarse con sus músicos en escena a través de la improvisación y la interlocución permanente. Y, muy especialmente, en la manera que tiene de refundar con su estilo los temas tradicionales que canta. Ella, que es una artista cabal, sabe que así tiene que ser. Quizá por eso considera que a sus 43 años todavía es una joven promesa y que hasta este momento de su vida puede decirse que ha estado jugando; que es a partir de aquí cuando podemos esperar cosas mucho más grandes de Buika, como le dijo el año pasado a Juanp Holguera, periodista de El País, de España.

Y así parece ser, su octavo álbum Vivir sin miedo (2015), cantado en inglés y un poco de español, ha contado con la colaboración de su propio hijo de 15 años en la producción y las voces. La nota de prensa de este disco dice que «contiene una combinación todoterreno de R&B, Afro, Góspel, Soul, Dubstep, Nuevo Flamenco, Reggae y hasta Reggaeton». ¿Un compilado de world music?, se pregunta el periodista de ABC de Madrid Nacho Serrano, y se responde: «La etiqueta parecía obsoleta pero ahí está la flamante sorpresa para negar la mayor: el dueto con la celebrity pop Jason Mraz al estilo de los hits noventeros».

Pero la definición más lúcida se la da la propia Buika cuando le dice: «Antes era poco valiente a la hora de publicar mis propias canciones, pero en los últimos dos años he dado rienda suelta a toda la música que tenía en mi cabeza. En aquel momento la sociedad estaba demasiado sitiada por las diferencias estilísticas, pero ahora, con internet, todo está mucho más diversificado. Sentí que era el momento perfecto para explotar».

Y con la mecha encendida, Concha Buika, la diva negra más inclasificable del panorama de la música actual, se prepara para participar en los 20 años de Barranquijazz, mientras prepara un nuevo libro de poemas y cuentos y trabaja en la producción de una película basada en una de sus obras, De la soledad al infierno, mientras piensa que nunca tiene clara la música que suena en su cabeza; que le gusta estar perdida en el sonido. Que es poco a poco como la canción, el tono, la atmósfera, los arreglos, los músicos y la puesta en escena se redondean en el espectáculo.

 

*Poeta. Miembro de la Fundación Nueva Música.

Miguel Iriarte
sumario: 
La cantante española será una de las grandes figuras en este 2016, en los 20 años de Barranquijazz.
No

Hitos de la Cámara de Comercio de Barranquilla

$
0
0
Domingo, Abril 24, 2016 - 00:00

Textos basados en investigación realizada
por la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta

Fotos: Michelle Saad – Archivo Histórico
de la Biblioteca Piloto del Caribe

Empresas públicas municipales


1925. El primer suceso que la Cámara de Comercio de Barranquilla sitúa como hito se produce en 1925, y está relacionado con el proceso de modernización de la ciudad y el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes al impulsar el proyecto de tratamiento del agua potable mediante el análisis de su viabilidad y la conveniencia de los créditos de la Central Trust Company, de Chicago, para su ejecución. La institución mercantil estudia, además, proyectos para la pavimentación de las calles de arena y la construcción de un mercado público municipal. Estos sucesos dieron paso a la creación de las Empresas Públicas Municipales de Barranquilla, sobre la que recae la responsabilidad
de administrar los servicios públicos de la ciudad.

Cuerpo de bomberos
1927. Con otras instituciones locales, la Cámara de Comercio crea en 1927 el primer Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, lo cual generó un clima de tranquilidad entre la clase empresarial y la comunidad en general, pues el tranvía generaba chispas que al entrar en contacto con los materiales de los techos de la época causaban constantes conflagraciones.

Registro mercantil
1931. Como un hecho trascendente en la historia de las Cámaras de Comercio del país, el Gobierno expide la Ley 28 de 1931, obligatoria para la inscripción de todo comerciante, industrial, agente, comisionista y representante de casas extranjeras, así como de las sociedades. Es decir, crea el Registro Público de Comercio y delega la aplicación de la Ley en las Cámaras de Comercio. Creó, además, los ‘afiliados’, entre los cuales se establecerían elecciones para conformar las juntas directivas. 

Bocas de Ceniza


1936. La creación de Bocas de Ceniza, en 1936, es producto de la insistencia que durante 19 años mantuvo la Cámara de Comercio llamando la atención sobre su importancia, mediante estudios previos pero también a través de conferencias y publicaciones. Bocas de Ceniza dinamizó el desarrollo de Barranquilla como puerto fluvial y marítimo en razón a que la Cámara de Comercio generó y gestionó desde 1922 un proyecto que ampliaba el calado de los buques que ingresaban desde Bocas de Ceniza al puerto.










Centro de conciliación de la Cámara de Comercio
1992. Desde el 11 de febrero de 1992 funciona el Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Barranquilla para la resolución de conflictos de sus afiliados, la ciudad y la región. Es el primero en la ciudad y en la Región Caribe.

Zoológico de Barranquilla
1993.Ante la crisis que presentaba el Zoológico de Barranquilla, administrado por las Empresas Públicas Municipales, la CCB –conjuntamente con otras instituciones– presenta a la Alcaldía en 1993 un proyecto que da vida a la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla. A partir de su creación y operación, y bajo el cuidado de su junta directiva, en donde participa activamente la CCB, esta fundación ha logrado una interesante dinámica educativa y formativa, con reconocimiento incluso a nivel  internacional.

Restauración del antiguo Edificio de la Aduana
1994. A mediados de los 80, la Cámara de Comercio de Barranquilla inicia una cruzada para salvaguardar el Antiguo Edificio de La Aduana, símbolo de una época de pujanza, y aunado a los gobiernos departamental y nacional comienzan en 1993 los trabajos para su restauración. Durante un año y medio se trabaja en este proyecto, liderado por la CCB, quien tenía el convenio nacional para su custodia. En 1994 lo entrega para que sirva de sede a uno de los proyectos culturales más importantes en los últimos años en la ciudad. Con esta obra se abre el camino para el rescate del Centro Histórico de Barranquilla.

Biblioteca Piloto del Caribe
1994. La Biblioteca Piloto del Caribe, a la fecha, está considerada entre las 22 mejores bibliotecas
públicas de Colombia. Atiende un promedio de 450.000 usuarios. La administra la Corporación
Luis Eduardo Nieto Arteta, entidad que preside la Cámara de Comercio de Barranquilla. La biblioteca surge de un proyecto de la CCB y la Gobernación del Atlántico para transformar el antiguo
Centro de Información y Documentación CID de la CCB en una biblioteca pública. Dicho
Centro de Información data de 1920.

Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta
1994. Paralelo a la restauración del Antiguo Edificio de La Aduana, la Cámara de Comercio de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico y la Fundación Mario Santo Domingo, mediante alianza público-privada, crean la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta, para propender por el acceso a la cultura, la investigación y la ciencia. La CCB delega el cuidado y conservación del edificio de La Aduana a esta nueva entidad cultural, y vigila para que se cumpla con su conservación para preservarlo a las generaciones futuras.

Fundesarrollo.
1996. Un ente investigador que da cuenta de información sobre desarrollo económico, político y social de la ciudad, región y del país: Fundesarrollo, entidad privada sin ánimo de lucro, concebida desde 1996 por la CCB, y herencia de lo que hasta ese entonces fue su área de Investigaciones. La información que entrega es guía permanente para
redefinir los planes y proyectos que tienen los organismos encargados de administrar la ciudad.

Fondo regional de Garantías
1997. Consecuente con su misión para el desarrollo local y regional, la CCB no solo ha venido trabajando en promover la creación de empresas, sino también en el acompañamiento a estas en sus diferentes fases. Para lograr el crecimiento de estas empresas nacientes, impulsó la creación del Fondo Regional de Garantías del Caribe S.A., que sirve de garante para los créditos que estas pymes solicitan al sector financiero.


Restauración de la Estación Montoya-Tranvía
1999. Como un símbolo de su compromiso por la salvaguarda del patrimonio local y de Colombia, la Cámara de Comercio de Barranquilla tiene su sede principal en los edificios que restauró y que simbolizan el inicio de la modernidad en la ciudad: la Estación Montoya y Tranvía, contiguos al complejo Aduana. La recuperación arquitectónica la hizo la CCB, en 1999, con la  Gobernación del Atlántico, la Fundación Mario Santo Domingo, el Ministerio de Cultura y la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta.

Fundación protransparencia
2000. Del ideal de hacer una ciudad próspera donde los recursos públicos tengan la destinación adecuada y equitativa, nace la Fundación Protransparencia, suscrita y creada por la Cámara de Comercio el 25 de enero del 2000. Su labor se hace a partir del principio: “hacer público lo público”.
 


 

Biblioteca infantil Piloto del Caribe
2004. Desde el 2004, la Cámara de Comercio, la Gobernación del Departamento del Atlántico, la Fundación Mario Santo Domingo y la Fundación Éxito hacen posible que la Biblioteca Infantil Piloto del Caribe cumpla un papel sobresaliente en las comunidades más vulnerables de la ciudad. La biblioteca funciona en el Parque Cultural del Caribe y está adscrita a la Biblioteca Piloto del Caribe.

Plataforma K
2005. Desde un modelo de gestión dirigido a satisfacer las necesidades de la industria del diseño y la  moda, Plataforma K se ha posicionado como uno de los eventos empresariales más importantes de la ciudad y la Región Caribe en materia de promoción del clúster de diseño y moda. Desde su creación en 2005 ha encontrado en sus socios naturales un sólido apoyo como el de Proexport, hoy ProColombia. 

Sicied
2006. Para medir el estado de la educación y facilitar la toma de decisiones para su mejoramiento, la Cámara de Comercio de Barranquilla crea  en 2006 el Sistema Interactivo de Consulta de Infraestructura Educativa –Sicied–, experiencia seleccionada por Mineducación  como una buena práctica en gestión territorial de la educación, y la propuso luego de sistematizarla y difundirla entre las secretarías de Educación del país, como una experiencia de cooperación público–privada para fortalecer los sistemas educativos.

Centro de eventos y convenciones puerta de oro
2008. Otra de las asignaturas pendientes en la ciudad y que la ciudadanía y los sectores productivos reclamaban era la construcción de un escenario de eventos y ferias que inscribiera a Barranquilla en el circuito de los grandes eventos nacionales e internacionales. Gracias a la perseverancia de la CCB hoy se puede reconocer el éxito de estos propósitos con la puesta en marcha de la empresa y el inicio de la construcción del complejo del Centro de Eventos y Convenciones Puerta de Oro, en el
sector de la Vía 40.

Nueva estrategia basada en modelo de clúster
2010. Los tiempos a nivel empresarial exigen ser más competitivos, productivos y más globales. La Cámara de Comercio de Barranquilla le responde al empresariado local con La Estrategia (2011-2020), basada en la dinamización de redes estratégicas o clústeres. En este modelo, concebido y desarrollado por el economista Michael Porter, la CCB encontró una vía para identificar los encadenamientos productivos e impactar los eslabones de la economía mundial. A la fecha, participan más de 450 empresas en redes, 11 alianzas, 20 proyectos colaborativos, 18 acciones formativas y 5 nuevos productos
y servicios en desarrollo.

Primera versión de caribe biz forum
2015. En el 2015, la Cámara llevó a cabo por primera vez, Caribe Biz Forum, con la asistencia de 2.090 empresarios, para generar una visión conjunta de Región que promueva una nueva interacción estratégica entre el empresariado, sector público, academia y la sociedad civil, utilizando el liderazgo colectivo como herramienta fundamental. Entre los conferencistas internacionales participantes estuvieron  Blake Mycoskie, CEO y fundador de TOMs Shoes - USA y creador del modelo One for One, y Helou Helo, director de Google for Work Colombia, entre otros.
 


 
Redacción
sumario: 
En el 2016 la institución está celebrando sus primeros 100 años de labores.
No

Latitud 01 de mayo de 2016

El valor de un intelectual

$
0
0
Domingo, Mayo 1, 2016 - 00:00

Es complejo presentar un libro de un magnífico intelectual que ya no está con nosotros; que partió de una manera trágica, víctima de la intolerancia. Su pecado fue no poder soportar el dolor de su patria, de las víctimas de las masacres, de los desplazamientos internos forzados, de los que no tenían oportunidad.

Siguiendo a su gran maestro, el sociólogo Orlando Fals Borda, dedicó todo su conocimiento al desarrollo de una sociología comprometida en la que los resultados de sus investigaciones debían llegar a las personas y a las comunidades.

Alfredo Correa de Andreis como investigador se consideraba solo un mediador que ayudaba a desenterrar del pasado las tradiciones más arraigadas del hombre del Caribe y sus luchas por el progreso.

Cómo no mencionar su investigación para la obtención del título de magíster en Desarrollo Social. Recorrió el Caribe recogiendo la mayor cantidad de versiones de la Leyenda del Hombre Caimán, y mediante metodologías cualitativas, a partir de cada uno de los relatos extraía elementos fundamentales de la cultura caribe: sus creencias, sus prácticas, sus costumbres, su música y todos los rasgos culturales que hacen que los hombres del Caribe colombiano tengan una identidad tan poderosa, más fuerte que su identidad nacional.

Este libro es una excelente compilación, hecha por el sociólogo Jair Vega Casanova, de las diversas áreas científicas en que se movía el pensamiento del intelectual Alfredo Correa de Andreis.

Podríamos decir brevemente que la sociología, profesión de Alfredo, tiene por objeto de estudio el contexto social. Sus orígenes surgen de las revoluciones políticas, especialmente de la Revolución francesa y de la Revolución Industrial, como también del nacimiento del capitalismo y del socialismo. Paradójicamente, sus primeros pensadores —como Augusto Comte (1798-1807), Herbert Spencer (1820 -1903) y Emile Durkheim (1851-1917)— fueron los grandes impulsadores del ‘orden social’.

Es difícil encontrar una ciencia social tan llena de ideas como la sociología. No solo las ideologías políticas aportan al desarrollo de esta nueva ciencia, sino también otros fenómenos sociales, como el feminismo, la urbanización, los cambios religiosos, y especialmente las grandes transformaciones sociales —derivadas del crecimiento de la ciencia y la tecnología—, que han ocupado y profundizado su objeto de estudio con grandes ideas que vuelcan sobre las cuestiones sociales más importantes y que tienen enorme alcance. Podríamos decir que así como avanza y se complejiza la sociedad, la sociología está obligada a profundizar y complejizar su objeto de estudio.

La sociología en América Latina tiene una larga tradición, que no ha incidido suficientemente en el desarrollo de nuestras realidades. Autores como Andrés Bello, Domingo Faustino Sarmiento, Mario Góngora y Jaime Jaramillo son algunos nombres destacados que deben figurar en la lista de cualquier examen sobre el pensamiento de las ciencias sociales en Latinoamérica. Colombia, aunque no ha sido un gran generador de pensamiento social, tiene una buena tradición de intelectuales, como: Luis Eduardo Nieto Arteta, Antonio García, Ernesto Guhl, Virginia Gutiérrez de Pineda, Juan Guillermo Gómez; y la lista privilegiada de intelectuales del Caribe, donde, entre muchos otros, se destacan Orlando Fals Borda, Jesús Ferro Bayona, Gustavo Bell Lemus, Eduardo Posada Carbó, Salomón Kalmanovitz y Alfredo Correa de Andreis.

Es difícil ubicar la obra de Alfredo Correa de Andreis en una escuela sociológica clásica del pensamiento. Por esto, nos atrevemos a clasificarla a partir del paradigma sociológico integrado. A nivel macrosubjetivo, su interés científico se desarrolla alrededor de los temas de la cultura, las normas, los valores y la participación. Y a nivel microsubjetivo —como se observa en este libro—, todo su trabajo se desenvuelve en el campo de las percepciones, las creencias, las costumbres y las diferentes facetas de la construcción social de la realidad, a partir de las culturas locales.

Uno de los aspectos que apasionaba a Alfredo Correa de Andreis era la sociología de la cultura y su relación con la participación ciudadana y el desarrollo social. Entre sus valiosos aportes de ideas está todo su estudio sobre cultura popular, en el que expone el papel que juegan los movimientos culturales como agentes de cultura política democrática, especialmente a partir de proyectos socioculturales autogestionados. Para Alfredo, ciertas manifestaciones de la cultura popular, como la narrativa, la pintura, las danzas y los bailes, van perfilando una nueva cultura política, basada en la participación y en la complejidad de la multiculturalidad nacional.

La recuperación de la historia y la cultura de los sectores populares son base para la construcción de una nueva sociedad, más inclusiva y más democrática.

Otro de los temas sociológicos que atraía a Alfredo Correa de Andreis es la convivencia y la participación ciudadana. Y en esta área encontró un espacio propicio mediante el estudio del Movimiento Ciudadano, que lideraba el exsacerdote Bernardo Hoyos; proyecto político que gobernó a Barranquilla durante 16 años.

El destino de los que ostentan el poder no se evalúa por sus éxitos y desaciertos, sino por sus triunfos y sus derrotas. En regímenes autoritarios, los cambios del poder se hacen por medio de las armas; en las democracias, mediante el voto de la ciudadanía.

El Movimiento Ciudadano en sus inicios rompió los esquemas de la política tradicional de la ciudad. Los esfuerzos conceptuales de Alfredo por sistematizar los procesos sociales que se vinculaban en el naciente Movimiento Ciudadano sucumbieron. Porque sus ideas contrastaban —usando el pensamiento de Max Weber— con el ejercicio del poder carismático (por la gracia de Dios) de su líder, que inhibió la participación ciudadana y no aportó bienestar a sus gobernados.

Para Alfredo Correa de Andreis la verdadera participación existe cuando se genera un clima que propicie el ejercicio de derechos y libertades ciudadanas; y donde el Estado crea los caminos formales e informales de participación de la sociedad civil.

Según su concepción, la participación solo era posible fortaleciendo las organizaciones de la comunidad, donde el ciudadano pudiera afianzar su identidad social. Y esto solo es factible en una cultura política democrática, en la que se privilegian valores como la solidaridad, la igualdad de oportunidades, el respeto a la diferencia y la tolerancia. Para reforzar esta idea, el autor hace referencia a la sentencia de Estanislao Zuleta: «La democracia es un camino bastante largo y propiamente indefinido». En síntesis, la participación ciudadana es la mejor manera de transitar de nuestra democracia restringida hacia una real apertura democrática.

Esta antología es una lluvia de ideas sobre los grandes temas de la Sociología de la Cultura. Aquí se vislumbra la estatura intelectual del autor, dejándonos llenos de inquietudes cognitivas que marcarán una huella en las próximas generaciones de científicos sociales.

Este libro será lectura obligatoria para quienes quieran conocer la historia del Caribe colombiano desde la sociología de la cultura, desde lo cotidiano, desde los conflictos y problemas sobre los cuales, mediante la investigación, Alfredo Correa de Andreis pretendía no solo evaluar su realidad social, sino también proponer alternativas para que los ciudadanos fueran consolidando su vocación democrática y participativa en la vida de su comunidad.

Alfredo Correa de Andreis, ingeniero agrónomo, sociólogo y magíster en desarrollo social, era una persona de calidad humana excepcional. Un liberal en su manera de pensar, con un inmenso respeto al ser humano y sus derechos, amante de la argumentación, con un profundo compromiso con las personas socioeconómicamente desfavorecidas.

No hay dolor más intenso que la muerte inesperada. Los últimos días de Alfredo fueron muy angustiosos. Eran días muy tensos en el país. Primero, su detención mediante una falsa acusación, como comprobó la justicia. Salió libre, volvió a la universidad. Había expectativa sobre qué expresaría. Entró al salón y con una gran serenidad inició: «Como dijimos en la última clase», y retomó sus compromisos académicos ante la admiración y el respeto de sus alumnos.

Digamos, por último, que este libro es un homenaje póstumo de Alfredo Correa de Andreis a sus padres y a su familia, especialmente a su hija Melissa.

Preferimos recordarlo con su alegría de siempre, con su afecto casi infantil que contrastaba con su gran estatura. Siempre leyendo un nuevo libro que le recomendaba su último maestro, Edgar Morin, creador del pensamiento complejo.

Recordamos que cuando ingresaba al aula de clases, siempre abarrotada de alumnos, se explayaba con la magia de su discurso con ideas de gran profundidad y con apuntes de humor extraídos del sentido común, llenos de anécdotas de los pueblos de las riberas del río Magdalena.

Este hombre, oriundo de Ciénaga, ocupará siempre un puesto en la historia de la región Caribe por su calidad humana, por su producción intelectual y por su osadía para señalar públicamente verdades que duelen.

*Profesor-investigador de la División de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte.

José Amar Amar
sumario: 
Artículos y ponencias del inmolado sociólogo del Caribe colombiano Alfredo Correa de Andreis han sido compilados por el profesor Jair Vega para el libro de Ediciones Universidad del Norte ‘Sociología desde el Caribe colombiano.
No

Las ruinas de la ‘Casa del Diablo’

$
0
0
Domingo, Mayo 1, 2016 - 00:00

La ‘Casa del Diablo’ está en ruinas pero aún así conserva su encanto, el mismo que desde que se inició su construcción, en 1916, fascina a los habitantes de Ciénaga, ciudad colombiana frente al mar Caribe que vivió la bonanza y la tragedia de la multinacional bananera United Fruit Company. 

Situada en el centro histórico, la ‘Casa del Diablo’ es una mansión esquinera de dos plantas y estilo republicano, fachada blanca con 14 columnas romanas y coronada por un frontón con formas de cítara, construida por Manuel Varela, hombre de negocios cuya prosperidad fue atribuida por la leyenda a un pacto con el diablo. 

Cuentan en Ciénaga que Don Manuel cada año sacrificaba a un trabajador de su plantación bananera a Satanás, como pago por la prosperidad concedida, y así surgió el mito que en parte es el responsable de que su residencia, originalmente llamada Mansión Manuelita, esté hoy en ruinas.

Sus puertas y ventanas están tapiadas, el blanco de su fachada tomó un color amarillento y la vegetación tropical que devora su interior se desliza por los tableros calados hacia afuera, o se escurre desde el techo hacia el frente, por donde todavía algunos pasan con recelo.

«Todo no pasa de especulación, de leyendas, mitos», afirma escéptico a Efe Reinaldo Russo, que vive en frente de la ‘Casa del Diablo’, pero una vecina suya, Miriam Pérez Briceño, de 77 años, asegura que cuando era joven a un enamorado suyo se le apareció ‘el maligno’ en la esquina de la casa, «bailando agachado» delante de él cuando regresaba de una parranda.

Russo afirma que Varela no podía ser tan desalmado si donó los terrenos donde fue construido el Colegio San Juan del Córdoba, aunque el imaginario popular atribuye al supuesto pacto con el diablo la muerte de un estudiante de ese centro educativo en 1959, ocho años antes del fallecimiento del benefactor.

Según el director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Alberto Escobar, el inmueble puede salvarse si la Alcaldía llega a un acuerdo con la familia propietaria para comprar la antigua mansión, y de esta forma el Gobierno nacional podría apoyar su restauración.

«El Ministerio está elaborando el plan de manejo y protección del centro histórico de Ciénaga, y por supuesto uno de los inmuebles puestos en la mira es la ‘Casa del Diablo’», afirma Escobar a Efe. Y es que esta antigua mansión es uno de los más de diez edificios o monumentos que hacen que Ciénaga, en el departamento del Magdalena, sea uno de los 17 Pueblos Patrimonio de Colombia, y que su centro histórico haya sido declarado Patrimonio Arquitectónico de la Nación.

Edificaciones como la Logia Masónica, un palacete de dos plantas y fachada amarilla, perfectamente conservado y aún en uso; el Palacio Azul, la Casa Morelli, el Palacio Municipal o el Cementerio de San Miguel, que en su mayoría datan de la segunda década del siglo XX, enriquecen este patrimonio. 

Fueron esos los años en que Ciénaga, entonces principal productor de banano del país, alcanzó su esplendor por el auge de la United Fruit Company, multinacional estadounidense que dominó el comercio de este producto en el Caribe e impuso su ley a los gobiernos de la época.

«El de Ciénaga es el único centro histórico de Colombia que tiene una plaza radial, cuyas calles llegan en forma de estrella, un modelo urbano que implementó en Francia el Barón Haussmann con Napoleón III», explica Escobar.

Ese trazado arranca del Templete Municipal, en el Parque Centenario, con una forma similar al que confluye en el Arco del Triunfo de París, «guardadas las proporciones», aclara.

Pero el esplendor de Ciénaga empezó a extinguirse entre el 5 y 6 de diciembre de 1928 cuando el Ejército abrió fuego contra trabajadores de la United Fruit Company en huelga, que se habían concentrado cerca de la estación de tren, con un número indeterminado de muertos que el Gobierno de entonces calculó en poco más de una decena. 

Sin embargo, otras versiones hablan de unos 300 muertos y algunas calculan que fueron miles, tragedia que quedó en la historia de Colombia como ‘La masacre de las bananeras’ y que marcó al nobel Gabriel García Márquez, cuyas referencias a la «compañía bananera» son constantes en Cien años de soledad.

En memoria de aquellos caídos, la estatua El Prometeo de la libertad se levanta en la plaza donde ocurrió la matanza, que, al igual que la ‘Casa del Diablo’, necesita con urgencia una restauración.


La Logia Masónica tiene un palacete de dos plantas, muy bien conservado.

*Periodista de la Efe
 

Jaime Ortega Carrascal
sumario: 
Vencida por el tiempo y el abandono, una mansión republicana de 14 columnas romanas guarda una leyenda asociada con ‘el maligno’. Es también uno de los más de diez edificios o monumentos que hacen que Ciénaga, en el departamento del Magdalena.
No

Doris Salcedo: el arte enlazado con el duelo

$
0
0
Domingo, Mayo 1, 2016 - 00:00

Mayoritariamente, la obra de Doris Salcedo gira en torno al grave problema de la violencia en Colombia y a su devastadora incidencia sobre la paz y la convivencia de los colombianos. La artista viaja a las zonas más deprimidas del país y habla con las familias de los asesinados para incorporar sus testimonios a las esculturas e instalaciones que construye, porque «el artista no es una persona creativa», sino alguien que «conecta pensamientos, historias y materiales». Utiliza a menudo muebles en sus esculturas, eliminando su naturaleza familiar y dándoles un aire de malestar y horror.

En la colección del Banco de la República reposa una de sus primeras obras: Sin Título (Imágenes de duelo) de 1988-90, una instalación icónica conformada por 4 pilas de camisas blancas delicadamente dobladas, almidonadas con yeso e insertadas en varillas metálicas que se alzan a diferentes alturas. Esta instalación nos pone a pensar sobre la memoria de las víctimas anónimas del conflicto armado de Colombia y «recuerda el silencio y la poética de las acciones implícitas en su elaboración: doblar, apilar, ordenar, ensartar, entre otras. Rememora un rito privado, el duelo que lleva a constantes meditaciones sobre el ausente, a pensar lo que ha sido de él; una lucha interna por aceptar la pérdida del otro en un manejo del tiempo que generalmente se torna extraño».

Otra de sus creaciones tempranas, Atrabiliarios, 1996, es una instalación mural compuesta de zapatos de mujer metidos en nichos y cubiertos por una película translúcida hecha con vejiga de vaca.

Pero la obra que empezó a convertirla en la artista colombiana más notable consistió en 280 sillas que se descolgaron paulatinamente en la fachada del Palacio de Justicia de Bogotá en el año 2002. Se trataba de simbolizar la masacre ocurrida allí cuando el grupo insurgente M19 se tomó y se hizo fuerte en el edificio y el Ejército provocó más de 100 muertes entre magistrados, funcionarios, visitantes y guerrilleros durante el ataque para recuperar su control, en lo que se ha hecho célebre como la retoma del Palacio de Justicia.

La primera silla empezó a deslizarse a las 11:35 de la mañana porque a esa hora mataron a la primera persona. Después siguieron las 279 restantes con una sincronización muy significativa, porque el tiempo fue el elemento esencial en la obra que duró solo 53 horas: el mismo tiempo que duró la toma. A partir de entonces, Doris Salcedo dejó de ser una artista convencional, porque «aquella obra abrió la puerta a otros elementos, como el tiempo, el espacio público y la memoria».

Salcedo alcanzó niveles de popularidad mundial gracias a su obra Shibboleth, la famosa ‘hendidura’ de 167 metros que creó en 2007 para la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres. Doris Salcedo fue la 8ª artista del mundo y la primera de Latinoamérica en ser invitada a exponer su obra en esta exclusiva sala. La dramática grieta que rasgaba el suelo del museo londinense simbolizaba la división en clases y el racismo que existe en el mundo, «la separación que existe entre la humanidad y la falta de humanidad», puntualizó la artista.

En el 2012 expuso en el Museo Nacional de Artes del Siglo XXI, en Roma, su gran instalación Plegaria muda, que se componía de más de cien pares de mesas de madera, una volteada sobre la otra y separadas por una gruesa capa de tierra, de la cual surgían pequeñas briznas de hierba creciendo a través de las rendijas entre los tablones de madera de la mesa superior. Plegaria muda responde a los actos de violencia con una quietud contemplativa, que no cuenta historias sobre las víctimas individuales, sino en el silencio da voz a un trauma colectivo que ha causado heridas infectadas a lo largo de un tejido social.

Esta instalación nos invita a reflexionar sobre las zonas grises que siempre aparecen en los márgenes oscuros de nuestras sociedades, las zonas en las que los roles de agresor y la víctima tienden a fusionarse y que una vida humana más fácilmente puede ser degradada a la nada. Se deriva de una investigación de tres años de duración en los guetos del sureste de Los Ángeles, pero también es una respuesta directa a las atrocidades cometidas por las fuerzas militares colombianas entre los años 2003 y 2009.

En el 2014 se ganó el afamado Premio de Arte de Hiroshima por su obra A flor de piel, una especie de inmenso tapete rojo oscuro hecho de miles de pétalos de rosa cosidos unos a otros que formaban un sudario suave y ondulado. La texturada ‘piel’ instalada en el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de Hiroshima, Japón, no estaba cubriendo un objeto o una escultura, no había nada debajo de ella. Era eso, solamente una piel que nos hace pensar y sentir la vulnerabilidad de la vida humana.

A raíz de este premio la teórica cultural neerlandesa Mieke Bal expresó: «Doris Salcedo trabaja para que no se olvide el horror, y para que tampoco se abandone la esperanza. ¿Qué mejor artista podrían elegir para el Premio de Arte de Hiroshima? No solo por la belleza consoladora de sus obras, sino por su más profunda empatía con los muchísimos sobrevivientes de las acciones de violencia que se cometen cada día en el mundo, y por la manera en que consigue proponer e imponer la importancia social y política del arte».

Doris Salcedo es conocida por el énfasis en el cuidado por el detalle y el rigor estético en cada una de sus piezas, para poder reflejar de la manera más directa la memoria de lo que pasa a las víctimas de la injusticia. «La fragilidad de la vida debe quedar reflejada con una obra técnicamente perfecta», según sus propias palabras. Esa vulnerabilidad se hace patente en los materiales que utiliza para componer sus obras, procedentes de víctimas reales en muchos de los casos, y en lo efímero de esas creaciones, que evocan una Latinoamérica cuya historia se edificó con base en los despojos del pillaje colonizador, en «ruinas, no en obeliscos ni arcos de triunfos».


Doris Salcedo ha presentado instalaciones a gran escala en Turquía, Italia y Reino Unido.

Recorriendo Estados Unidos
Bajo la organización del  Museum of Contemporary Art, de Chicago, abrió sus puertas al público, el 29 de abril de 2016, en el Pérez Art Museum de Miami (PAMM), una retrospectiva que abarca tres décadas de esculturas e instalaciones de la bogotana Doris Salcedo, quien se destaca por su manera poética y sutil de plasmar la violencia en Colombia. Se trata de la mayor exposición de la obra de Salcedo hecha hasta la fecha, e incluye desde obras tempranas de finales de los años 80 y principios de los 90, hasta las de su más reciente serie de 2014. Su trabajo escultórico fue reconocido en Dallas, Texas, el 2 de abril de 2016. Allí, el Centro de Escultura Nasher le rindió homenaje y le otorgó 100.000 dólares por sus aportes en el terreno de la escultura contemporánea. El PAMM destaca que sus esculturas e instalaciones tocan temas difíciles con elegancia y sensibilidad poética en lugar de ser una representación literal de la violencia y el trauma. Esas obras son el resultado de un trabajo minucioso y comprometido que lleva a la artista a visitar las zonas en conflicto y a entrevistarse con personas que han sufrido las consecuencias de la violencia. Salcedo (Bogotá, 1958) cuenta con instalaciones a gran escala diseminadas por diversos países del mundo, como Turquía, Italia, Reino Unido. Efe

*Artista visual y profesor investigador (Grupo Videns) de la Universidad del Atlántico.

Néstor Martínez Celis
sumario: 
Doris Salcedo, nacida en Bogotá en 1958, es hoy por hoy la artista más destacada en el panorama nacional de las artes visuales y una de las más importantes en la escena contemporánea internacional.Sus obras han sido expuestas en el Museo de Arte Moderno
No

El ‘Pechiche naturae’ de Julio Olaciregui

$
0
0
Domingo, Mayo 1, 2016 - 00:00

Taller de mitografía
El alma del muerto es un dualismo, dos fuerzas: una, la culebra, material y maligna, la otra, invisible y protectora, manifestándose en la lluvia y la tempestad

En el verano de 2012 el arqueólogo Augusto Oyuela-Caicedo reveló en Viena el pasado nazi de su mentor, el célebre antropólogo colombo-austriaco Gerardo Reichel-Dolmatoff, “el gran jaguar”, quien poco antes de la Segunda Guerra Mundial se refugió en las selvas y montañas mágicas de Colombia buscando otra posibilidad del Ser, descubrir un nuevo Tiempo, un Mundo, yendo a oír a los sabios indios que han resistido, explorando centenares de sepulcros y cavernas para reescribir los cantos de la madre natura, la mitología precolombiana, una «antropología filosófica» dictada por esos «monumentos naturales» que son los descendientes de los primitivos pobladores, los auto-chtonios Oyuela-Caicedo afirmó que el joven Reichel fue «un asesino» que en sus años de soldado SS se hacía llamar Erasmus. Se sabe también que estudió en la Escuela de Bellas Artes de Múnich, de donde surgieron pintores como Paul Klee y Kandinsky

La vida de este hombre, reconocido en todo el mundo como un sabio humanista cuando ya le estaba dando la espalda al Sol, es una historia de película, pensé, pero luego me dije: Erasmus no puede ser el único protagonista, ya que «en toda historia los protagonistas son miles, visibles e invisibles, vivos y muertos», como aclara Borges en su cuento “El etnógrafo”

Me he limitado a tratar de dar algún orden a estos fragmentos escritos por Palmerín de Barranquilla, Segundo-Yo, una hembra ilustre, gran buscona de sentido simbólico

«Llama la atención jugar con ese argumento regalao en el ciberespacio y también ponerlo en duda. A Reichel lo admiro, dicen que fue nazi, nada han podido comprobar de eso, que además se conoce cuando él muere, pero igual podrían decir que Francisco de Asís estuvo en las Cruzadas. Si todos reparamos nuestros daños de esa manera seríamos santos, y el mundo un prodigio», argumentaba ella en un mail que le escribió a Santiago Mutis. Para montar el taller trataremos de mantener «la corriente íntima y geográfica» que nos gusta en lo que Palmerín mandó como adelanto de sus mitos, de sus novelas implícitas en lo Historial.

Gente en el patio
Durante una época sin nombre ni fecha en el calendario viví en mi parcela de monte sagrado, el patio de la Casa en Barranquilla, a veces viendo los aguaceros y los arroyos que arrastraban lo efímero, lo oxidable.

Los arroyos son hijos naturales de los aguaceros Como quien dice les hablo del origen de la humanidá, de mi segundo yo, y de los animales, del origen de la Creación, del Sol, la yuca y del tabaco, la muerte, el fuego, la guerra...
ahhhh

Para mí lo primero fue el patio de la casa... primero «la tierra placentaria», dice Zapata Olivella, «aguas de algodón cuajadas de jugos placentarios», me sopla Ibarra Merlano, los gusanos, las orugas, las lombrices de tierra... yo soy el morrocoyo... es mi totem... por eso tardé tanto en conocer el mar... las ruinas cronológicas Antes de entrar en el Alfa, Beta... solo miraba y olía los árboles, masticaba las hojas del limonero Veía las sombras de sus diez mil espinas Me trepo al palo de guayaba a ver si hay barco a la vista
Apá siembra un cocotero

Las paredillas son mamparas del teatro cotidiano propio y ajeno, observar a los vecinos desnudos o en paños menores en la cola del patio 

O ver solo en los alambres puntas guayucos deshilachados salmones

Imaginarlos entre los vértices musculares, bajo el ombligo y ahora las cariñosas nalgas

Los aguaceros los rayos las tempestades zarandean la tierra

Leo la historia del Rey Midas, gold finger en el anillo

Los animales son gente, y nos volveremos animales también después, toda clase de bichos La tortuga fue mi primera guía en el patio, entre los papayos, el limonero, el níspero... solo arena y la sombra de su caparazón y la antigua cabeza con sus ojillos de abuela, entre las pencas de sábila

En ese patio primero vi fue a la gata desdoblarse, salía varias veces de su vientre entre sus patas duplicándose en la miniatura de su parto, los gaticos un espejismo Segundo-Yo comiendo mamey, zapote ... rápido aparecen el sapo, las moscas, los ratones, las palomas, perros y gatos, gallos, gallinas, burros, elefantes (solo en el circo)… Observando cómo la mosca se frota las patas nos pusimos a imitarla al son de los tambores

El pechiche oía la música del vecino, lo Matamoro, la brisa trae y lleva los pregones, los tuntunes en las noches festivas. Tuntun de pasa y grifería, ahh

A mediodía el resplandor que arroja el Sol ilumina la palangana de Melibea Calabarí, sudorosa viene por la carrera 21

La vendedora de alegrías con coco y anís, procedente del barrio Getsemaní

Pechiche en Santa Marta

De pechiche me preparaba sin saberlo para descubrir el mar Santa Marta es el viaje hacia el mar, hacia un patio en las estribaciones de la Sierra Nevada, el ferrocarril bananero, los cerros de piedra rojiza sembrados de cactus con largas espinas para las rodillas de los incautos

En efecto, al día siguiente, después de la comida, empezamos a divisar la entrada del puerto de Santa Marta, que está rodeado de altas colinas cubiertas de vegetación sombría El mar nos trae su historia, libros y mapas, nombres de conquistadores y caciques, miles de lanzas, miles de voces, cantos de alas, coro de indios descabezaos sodomitas come guineo, cayeye

La babita de la cáscara de los guineos verdes
Mando cáscara al querer experimentar con el pedazo de placenta que me robé al nacer (Deleuze)

Las palmeras, los morrocoyos y las torcazas, las guindas, las ciruelas, los mamones, los pargos, los lebranches, los indios de la Sierra y sus máscaras y joyas nos envuelven con su milenario aliento

En el parque Tayrona una mujer y su hijo, descalzos, caminan por la playa alejándose de los turistas sin tocar el salitre sobre l’arena, el padre ya va lejos metiéndose en la espesura de los bosques que suben en lontananza

Nuestras mochilas son parecidas a las suyas, y el azul y blanco furioso de las aguas nos iluminará para siempre, poesía natural entre las páginas de los libros

Palmerín se interesa por las historias de piratas en Santa Marta, filibusteros con aretes de oro, rasgos etíopes y sevillanos... 

Comentarios
Este libro es tan atractivo que su lectura se hace como un recorrido diverso que bien vale la pena intentar. Es una suma de las reflexiones, referencias, fulgores de estudios y notas de diario de Julio Olaciregui, que indaga sobre la historia de Santa Marta, la mitología de la Sierra Nevada y la vida novelesca del antropólogo y arqueólogo colombo-austriaco Gerardo Reichel-Dolmatoff.
Esta novela, implícita en “lo historial”, juega con los datos desperdigados en internet sobre el supuesto pasado nazi de Reichel-Dolmatoff, a través de una cronología que se dispone sin rumbo aparente para tropezar con Erasmus de Rotterdam, con Montaigne, o con Juancho Polo Cervantes, llegando a la universidad en Berlín durante el auge del nazismo, o escarbando en la lejana mitología griega. Es un recorrido múltiple y en apariencia dispar, que concluye en un gesto de reconciliación con el amor en las playas de Taganga, junto al mar Caribe.
‘Pechiche naturae’ posee además un aspecto documental con algunas cartas inéditas –y por tanto no divulgadas– de Alicia Dussán y de Reichel-Dolmatoff sobre sus  exploraciones entre los indios colombianos en los años 40, que ayudan a entender mucho de lo que significa su vital presencia en nuestra memoria histórica, parcialmente ignorada.
Álvaro Suescún T.
(Editor Collage)

SOBRE EL AUTOR

Julio Olaciregui. Barranquilla (1951). Trabajó durante más de 20 años en la Agencia Francesa de Prensa –AFP–, en París. Hizo parte de la redacción de EL HERALDO. También es autor de las novelas ‘Los domingos de Charito’, ‘Dionea’ y ‘La segunda vida del Negro Adán’. Ganador del II Premio Nacional de Cuento La Cueva 2014.

Julio Olaciregui
No

Hacia un modelo ideal de enseñanza de la danza

$
0
0
Domingo, Mayo 1, 2016 - 00:00

Un  modelo ideal, en el campo de lo educativo, es aquel que genera un equilibrio y coherencia entre discurso y acción, el que propicia la reflexión, el análisis, el desarrollo del pensamiento crítico, la autonomía, el liderazgo y la innovación de forma consciente y argumentada. Incluye un cambio de paradigma frente a las tradicionales formas de hacer las cosas, un encuentro con el estudiante o bailarín, donde se le permita a este expresarse en toda su plenitud, donde la ‘obediencia’ no sea el propósito fundamental, y la disciplina no se entienda en términos de sumisión y sometimiento. De allí que se considere importante, en una propuesta alternativa, partir de un análisis que en primera instancia permita comprender que los seres humanos deben desarrollarse en el marco de la libertad y la comunicación asertiva.

Teoría crítica y danza
Para abordar las particularidades inmersas en la teoría crítica se hace necesario partir del reconocimiento de sus antecedentes, los cuales se fundamentan en la aparición misma de la Ilustración, movimiento intelectual desde el cual se hizo posible la comprensión de un mundo y de la relación del hombre y la naturaleza, apartado de los convencionalismos religiosos y de la explicación mítica de los fenómenos que rodean al hombre, en una clara oposición a la tradición y a los dogmas y prejuicios que por siglos dieron respuesta a la humanidad y trazaron los principios fundamentales de la vida en sociedad.

En este sentido, los aportes de filósofos y pensadores de aquella época apuntaron a la reflexión del mundo a partir de la lucha por el valor supremo de la tolerancia, la libertad, la fraternidad y el respeto, no solamente como una actitud de convivencia social y política sino, también, como postura ética y moral (Borque, 2009); entre ellos, John Locke (1632-1704), David Hume (1711-1776), Adam Smith (1732-1790), el francés Le Bruyere (1645-1696), Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Montesquieu (1689-1755) y Voltaire (1694-1778); aportes que derivaron en la construcción de un proyecto de modernidad, el cual inspiró, años más tarde, la construcción de paradigmas críticos que fundamentaron las principales teorías sociales críticas.

La danza y la concepción de la realidad
La práctica de la danza le permite al ejecutante representarse; posibilita a la persona que danza el reconocimiento consigo mismo o con el otro que está a su lado, con el que lo observa desde un palco, con la cámara de televisión que se aproxima; lo cual da estatus, posiciona, es una forma de sentirse importante, de obtener un reconocimiento social.  El que baila expresa un sentimiento; lo hace conforme a su vivencia particular y colectiva, y refleja una particularización en medio del concepto de género, edad, condición social, intereses y vivencias.  

Se ha podido vislumbrar, entonces, que con el recorrido histórico efectuado en relación con el concepto cuerpo se devela en cada época una forma particular de representarlo y da cuenta también de unos procesos formativos que derivan en la forma como son ejecutadas las prácticas corporales, entre ellas la danza. De allí que los estudios y las conceptualizaciones que existen alrededor de la educación corporal responden a las perspectivas o intereses y a la concepción de realidad de quien la toma como objeto de estudio, o como conjunto de conocimientos que alimentan una práctica pedagógica desde diferentes teorías o áreas del saber. Por ello, bien podría definirse la educación corporal no solo en relación con el concepto y la representación misma del cuerpo, sino desde la mirada generada en los distintos campos del saber, entre ellos la medicina, la antropología, la filosofía o la pedagogía; pero, también, desde los intereses, las ideologías y la concepción de realidad de quien la enseña, la reproduce o la asume e, incluso, del sistema dominante que a nivel educativo o político rige en una sociedad.

En ponencia realizada en el II Encuentro de Investigación en Danza, realizado en Bogotá en el 2013, titulada “La educación corporal, un acercamiento desde perspectiva crítica”, la autora hizo referencia a los factores que influyen en los procesos de educación corporal, la educación en la danza:

Todos los seres humanos en su relación con los demás, no importa cuál sea el espacio geográfico en el que habite, reflejan sus formas particulares de ver el mundo, evidencian su concepción de realidad, la cual está íntimamente ligada a intereses particulares que van trazando el camino por el cual se configura una identidad. De allí que desde los espacios familiares y escolares el cuestionamiento sobre el porqué y para qué, al momento de realizar una acción, debería ser una constante, de tal forma que se pueda estimular la capacidad argumentativa, incentivando la generación de sujetos pensantes y sensibles a su entorno social.

Sin embargo, aunque son los gobiernos los que demarcan e instauran las políticas que direccionan los procesos en la educación, la mayor parte del tiempo estos caminos se ven afectados por los cambios que en cada periodo legislativo se generan, así como por los aspectos que cada gobierno considera como prioritario en su mandato; bien sea para cumplir con indicadores de gestión, o para dar cuenta de unos estándares que generalmente son traídos de experiencias externas y que no son nacidas en el seno de las mismas comunidades. De allí los nefastos resultados que suelen acontecer cuando se miden niveles de desarrollo cognitivo que solo pueden darse como resultado de modelos pedagógicos que permitan el desarrollo del pensamiento, y no pretender generar líderes, seres reflexivos y pensantes cuando aún en las instituciones educativas el conocimiento sigue estando en poder de los docentes que, aunque en el discurso dicen ser participativos, en la acción conservan el esquema unidireccional de enseñanza-aprendizaje.

En el arte es necesario incentivar el espíritu creativo de la mano de un desarrollo de las habilidades técnicas y estéticas desde temprana edad, así como de una conciencia del cuidado corporal, de la importancia de la actividad física para la salud, no importa cuál sea el fin último (artístico, recreativo, formativo o competitivo) y esto solo puede lograrse con la implementación de modelos pedagógicos que contemplen como prioridad al estudiante como sujeto pensante no repetidor.

En los inicios de la educación en Colombia, como en muchos países de Latinoamérica, el modelo pedagógico tradicional centrado en la pedagogía católica tenía como fin último generar estudiantes obedientes. La forma como se disponían los asientos y el lugar del profesor son solo algunos rituales heredados, aún en la educación moderna, y que hablan de una relación poco recíproca donde el docente sigue siendo el protagonista, ubicado en un sitial importante, quien tiene el control y el poder de promover o reprobar a quien no cumple con los objetivos de formación.

Cada momento histórico trae consigo formas particulares de abordar los procesos educativos y, en particular, sobre la educación corporal. Por ello, desde la danza sería importante reflexionar sobre cuál es ese tipo de modelo educativo que los niños necesitan hoy día, y sobre cuál es el tipo de bailarín y bailarina que se quiere formar; lo cual conlleva a pensar, también, cuál es el tipo de formación que un docente debe poseer para asumir responsablemente la formación de estas nuevas generaciones. Estos interrogantes solo pueden ser resueltos en la medida en que los docentes sean capaces de autoinvestigarse, de describir sus propios actos pedagógicos y determinar las debilidades y fortalezas en la enunciación de sus discursos.

Bill Gates, en la presentación de su último gran proyecto, Measures of EffectiveTeaching (Medidas para una enseñanza eficaz), ante la cuestión de cómo se identifica realmente la buena enseñanza, expresó lo siguiente:
... la mejor forma de evaluar al profesorado pasa por tener en cuenta tres variables: el desempeño de los estudiantes en exámenes estandarizados, la observación del trabajo en el aula (a través de múltiples inspectores) y la valoración que de los propios maestros hagan los alumnos. (Gate citado por Ayuso, 2013, 4).

Lo cual quiere decir que la única formar de elevar la calidad de la educación es posibilitando que cada docente pueda registrar sus encuentros con los estudiantes; es decir, las clases a través de videos, que luego mediante un programa especial le fuese posible determinar las acciones positivas, asertivas y convenientes para continuar desarrollándolas en aquellos, así como las acciones que debía mejorar.

Hacia un modelo ideal
Desde la perspectiva crítica, la reflexión va más allá de qué se enseña, hasta el cómo se enseña y cuáles son esas didácticas empleadas que propician una apertura de pensamiento de los estudiantes como una invitación a construir nuevas formas y cambiar paradigmas. Para lograr que un estudiante desarrolle su pensamiento crítico es necesario, en primera instancia, incrementar sus competencias comunicativas; obviamente el docente debe haberlas desarrollado de manera efectiva, así es como llega a desarrollar las competencias relacionadas con la educación del movimiento, con la danza y con el cuerpo.

Para poder encontrar ese sujeto pensante, autónomo y crítico es importante sumergirse en la esencia de otros tipos de modelos pedagógicos, en especial de una teoría pedagógica que sea capaz de abrir el camino a la comprensión y transformación de sí mismo, en primera instancia y, luego, la de su comunidad. La pedagogía crítica se centra en una nueva manera de leer la realidad, capaz de responder a las problemáticas sociales del mundo moderno; la pedagogía crítica es como una pedagogía respondiente, porque implica una reacción generada desde una reflexión consciente y responsable (Giroux, 2009).

Sumado a los factores relacionados con la educación del cuerpo y del movimiento, existe una intrínseca relación con la investigación, con la correspondencia entre las didácticas y el desarrollo de una pedagogía crítica, la cual, según Sicilia & Fernández (2005), también se centra en una construcción de sociedad a partir de un proyecto político basado en la ética de proyectos desde lo ético, desde la equidad, la justicia y la igualdad.

Para el desarrollo del pensamiento crítico se requiere que los estudiantes, bailarines e intérpretes hayan ejercitado sus capacidades para cuestionar, dudar, analizar, interpretar, preguntar y transformar, con un sentido crítico, a partir de aspectos tan cercanos como su cotidianidad familiar, social, recreativa y artística; requiere que el estudiante pueda generar contraste, comparaciones, abstracciones o lo que  bien relaciona Keating  y Sasse (1996): «implica la transformación del conocimiento más que la mera aplicación de rutinas conocidas, y que lleva la idea de un pensamiento propositivo guiado, es decir, con un fin», lo cual es coherente con los tipos de pensamiento que facilitan el juicio basado en criterios.

Los sistemas políticos, al decir de Gutiérrez (2003), así como los preceptos de la Iglesia católica, la organización militar y la aparición de las primeras industrias y empresas permearon la cotidianidad y las actuaciones humanas en sociedad. En esta dinámica se empezaron a emplear ciertos códigos para denominar las acciones relacionadas con las disciplinas corporales (“entrenamiento”, “rigor”, “dirección”, “control”, “rendimiento”), los cuales requieren ser resignificados en la actualidad, por las mismas características de los sistemas educativos y de las nuevas generaciones (Lindo, 2013).

Resultaría incomprensible manifestar que se planean procesos formativos en el marco del constructivismo cuando manejamos códigos en clase como ‘obediencia’, ‘adiestramiento’, ‘dirección’, ‘control’, ‘rendimiento’.

Es importante que docentes, directores, coreógrafos y todos aquellos encargados de la educación corporal de los seres humanos desde temprana edad estén abiertos a procesos de autoevaluación, a través de los cuales puedan caracterizar sus prácticas formativas, develar la intencionalidad que de ellas se generan, analizar su discurso pedagógico, reflexionar alrededor de la representación que del cuerpo le es inherente a sí mismo y las que poseen sus estudiantes o bailarines; lo cual debe devenir en la construcción de procesos de innovación y cambio contextualizados con la sociedad actual, que signifique la construcción permanente de un discurso que conlleve a la reflexión del ahora para transformarlo y generar un mejor mañana.


Portada del libro

La autora

Coreógrafa profesional, docente e investigadora experta en danza, educación y carnaval de la Universidad del Atlántico. Licenciada en Educación Física, Recreación y Deportes. Magíster en Administración y Supervisión Educativa. Docente investigadora y coordinadora del programa de Danza de la Universidad del Atlántico.
El libro ‘Los procesos de formación en danza. Una mirada a los procesos de enseñanza de la danza’ está dirigido a los comprometidos con la enseñanza de la danza en todas sus formas (maestros, coreógrafos, licenciados, instructores, directores de grupos de danza y estudiantes de artes escénicas o danza). La publicación, según su autora, ofrece a los cultores de danza en el país una alternativa metodológica no solo para el aula de clases sino para todos los procesos relacionados con la enseñanza, la práctica y montaje de la danza. El libro, con edición de Libardo Berdugo y asesoría del Grupo de Investigación Cedinep, semilleros: Danza y educación, Corpoedu, Huellas, es producto de la experiencia de la autora como bailarina, coreógrafa, docente-investigadora y directora de su academia de danzas. 

Mónica Lindo
sumario: 
En perspectiva investigativa, pedagógica, histórica, actual y crítica, la autora plantea en su reciente libro ‘Los procesos de formación en danza’ panoramas para comprender las lógicas que mueven hoy la danza en Colombia.
No

Entre los párpados del mar y de la tierra

$
0
0

Con el estruendo del mar sobre las grietas del roquedal y el aleteo de algunas gaviotas a lo largo de la orilla del mar, en la costa central chilena, llegó a fin el periplo de los restos mortales de Pablo Neruda hasta su casa de Isla Negra. El cuerpo del autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, —exhumado en 2013 para ser investigado por sospechas de haber sido asesinado—  fue recibido el martes 26 de abril de 2016 por familiares y amigos. El féretro, cubierto con una bandera chilena y un ramo de rosas blancas, desfiló delante de la viga que el poeta un día talló con un mensaje premonitorio: «Regresaré de mis viajes. Navegué construyendo la alegría». Neruda fue sepultado en este lugar el 25 de septiembre de 1973. Allí también está enterrada su tercera mujer, Matilde Urrutia. Ahora su voluntad se ha vuelto a cumplir, como lo pidió en los versos “Disposiciones”... que allí quiero dormir entre los párpados del mar de la tierra.

Domingo, Mayo 1, 2016 - 00:00
Imagen: 
EFE
Contenido para mayores de 18 años: 
No

Latitud 08 de mayo de 2016

Soto Aparicio, con la rebelión social de siempre

$
0
0
Domingo, Mayo 8, 2016 - 00:02

Fernando Soto Aparicio lleva más de 50 años al frente de la producción literaria, muchas han sido adaptadas en libretos para televisión. En el año 1969 la programadora RTI tomó una de sus obras llamada Cartas a Beatriz y realizó, con éxito, la producción de 100 capítulos.

La última de sus piezas literarias que fue llevada a la pantalla chica fue La familia Espejo, en el año 2000, para Señal Colombia. Pero la más representativa de su vida literaria es La rebelión de las ratas, novela publicada en 1961, galardonada con el premio internacional Selecciones Lengua Española, de Plaza & Janés, en Barcelona.

También podemos mencionar, para reconocer el espectro de su legado literario, las siguientes novelas: Mientras llueve, Viaje al pasado, Después empezará la madrugada, Puerto Silencio, Los hijos del viento, y la más reciente en este 2013, El duende de la guarda.

Está próximo a cumplir 80 años de edad, el 11 de octubre.

Fue en Soacha. Pasó su niñez y juventud en Santa Rosa de Viterbo y luego abandonó Boyacá para radicarse en Bogotá.

Vivió tres años en Francia, desempeñando una misión diplomática ante la Unesco. El éxito obtenido con La rebelión de las ratas le abrió el horizonte hacia el campo de la narrativa. Dicha obra, del género realista, cuenta una historia dramática en la denominada época de la Revolución Social. Se desarrolla en un pueblo llamado Timbalí, y sus personajes principales son una familia extremadamente pobre; los personajes secundarios son los otros pobres del mismo pueblo que trabajan como mineros, enfrentan la Revolución Social, básicamente por la industrialización y la explotación laboral.

P  Su libro de mayor trascen- dencia en el campo literario colombiano fue ‘La rebelión de las ratas’, en él hay una cruda radiografía del caso de la minería en Colombia. ¿Cuál es su opinión sobre ese oficio en la actualidad?
R  Lo planteado en La rebelión de las ratas sigue teniendo plena vigencia. Basta recordar la tragedia de los mineros de carbón en Chile, las repetidas desgracias en las minas de carbón de China, y lo que pasa a diario en nuestro país, en minas como las de Tausa, La Chapa y otros sitios. El minero sabe que arriesga su vida, pero no le queda alternativa. La agricultura, y en general la vida en el campo, es muy difícil, y los desplazamientos se multiplican de año en año, desde hace bastante más de medio siglo. Y si esto se dice de la minería más o menos legal, la minería extralegal (por llamarla de alguna manera) implica más peligros. Pero la vida no se da gratis, y eso de ‘ganarse la vida’ es duro y difícil muchas veces. Los mineros siguen abriendo cuevas, y estas no van hacia la claridad, sino hacia la sombra.

P  ¿Por qué sus novelas coinciden en tener un final triste y de soledad?
R  En las obras hay dos posibilidades, la de Corín Tellado o la de la realidad. Las novelas de la realidad, que son las mías, se quedan abiertas. Es una manera de llegar al lector, de sacudirlo, de decirle piense, reflexione.

P  ¿Por qué la violencia hacia las mujeres es una constante en su obra?
R  Porque hay que denunciarlo. Somos una sociedad muy machista, y en esa sociedad yo denuncio ese atropello.

P  Usted escribió el libro ‘Los funerales de América’, en el que presenta una guerrilla con ideales, en defensa del pueblo, del pobre. ¿Qué piensa hoy de la guerrilla?
R  Esa guerrilla quería cambiar el mundo, pero tenía ideales. Hoy son una banda de terroristas y criminales. Lo que hace la guerrilla ahora es algo que puede leerse como: «Hay que acabar con la pobreza, maten cada día un mendigo».

P  ¿Qué tanto ha ayudado la literatura co- lombiana en los últimos 50 años a develar en esencia el país que somos?
R  Ha ayudado mucho. A conocernos, a entendernos, a aceptarnos. Todos los seres humanos somos irrepetibles y únicos, y al mismo tiempo somos iguales. La igualdad se basa en la diferencia, y esta es indispensable para la tolerancia, para saber convivir, para aceptar al otro y pedirle que nos acepte. Y la literatura colombiana ha analizado los problemas de la violencia, el narcotráfico, el secuestro, la barbarie, pero también ha dado páginas donde vibran el amor, la amistad, la confianza, la fe en el futuro, el análisis acertado del presente y el respeto por el pasado.

P  Muchos críticos literarios, inclusive escri- tores de renombre en Colombia, expresan que García Márquez y Germán Espinosa son los dos grandes escritores que ha dado el país en el siglo XX. ¿Cuál es su opinión?
R  Tanto García Márquez como Espinosa merecen mis respetos. Pero eso no quiere decir que me atreva a descalificar a los otros escritores colombianos. Todos son, para mí, igualmente valiosos e importantes.

P  ¿Y en cuanto al nuevo panorama de la lite- ratura colombiana?
R  Pienso que, desde hace varios años, Colombia vive un gran momento en cuanto a sus escritores se refiere. Los que han ido dándole prestigio al país, dentro y fuera de sus fronteras, son profesionales, serios, disciplinados; entienden que la literatura no es un pasatiempo sino una responsabilidad, y así la trabajan.

P  Escribir o ser escritor en un país como Co- lombia, ¿qué valor tiene?
R  La palabra “valor”, si se traduce en pesos tiene un sentido, y otro muy distinto si se piensa en valores sociales, éticos, políticos, históricos, humanos. La literatura educa. La lectura de lo literario es la lectura como placer. La ciencia puede saber qué distancia camina un hombre a determinada velocidad y en determinado tiempo; pero solo la literatura puede saber la distancia que, en un hombre, existe entre la desesperación y la esperanza.

P  ¿Qué tipo de elementos esenciales deben existir para que se produzca una obra literaria como tal?
R  Toda obra literaria, y especialmente la novela, requiere un riguroso proceso de investigación. Sin este proceso el libro se cae. La investigación minuciosa es lo que lo sostiene. Una vez investigado el tema, una vez que el escritor lo domine, puede empezar a contar su cuento, y esto, cada uno, lo hace a su manera.

P  ¿Cree que debe existir una especie de filosofía de la composición o un método eficaz para elaborar una buena pieza literaria?
R  No hay normas o parámetros para esto. Precisamente, la literatura es imaginación y creatividad, y a ninguna de estas dos condiciones se le puede imponer reglas, fijar límites, adjudicar estructuras. La libertad, en el arte, es una condición esencial: el creador o es libre o no existe.

P  Lo digo por la alta proliferación de festivales, concursos y talleres literarios, de verdad, ¿qué tanto aporta esto al verdadero efecto creativo?
R  Los festivales sirven para que el lector hipotético se interese por determinados libros o autores; los concursos –cuando son honestos, limpios, transparentes– son muy importantes para promover tanto la lectura como la vocación de escribir; y en los talleres se dan normas, sobre todo gramaticales y ortográficas. Pero vuelvo a la respuesta de que, para la obra literaria, la libertad y la imaginación (ninguna de las cuales tiene límites) son dos palabras claves.

P  ¿Cuál es la verdadera motivación para escribir y leer literatura?
R  La vida tiene un lado prosaico: el trabajo, la cotidianidad, la costumbre, lo inevitable, lo obligatorio. Y otro lado poético: los sueños, el arte, la búsqueda de la felicidad, el amor. De este lado, están la creatividad, está la lectura y el disfrute de lo literario. La literatura ilumina la vida.

P  ¿Considera, al igual que el poeta argentino Juan Gelman, que la literatura es la herramienta necesaria para expresar sentimientos profundos y auténticos, aunque se trate del dolor?
R  Las obras literarias miran al ser humano, lo entienden y tratan de explicarlo, lo acompañan, le abren horizontes y caminos, le dan razones a su sinrazón de cada día. Volvemos a la división entre ciencia y literatura: la ciencia puede medir en decilitros o mililitros la cantidad de lágrimas que derrama una persona; la literatura mide el dolor.

P  Cuéntenos un poco de cómo es su proceso creativo y qué autores lograron marcar una senda en usted tanto como escritor como lector.
R  Como dije en una respuesta anterior, investigo un tema, una situación, un hecho. Para escribir La rebelión de las ratas trabajé en una mina de carbón de La Chapa, en Paz del Río, es una investigación sobre el terreno. Para escribir Hermano hombre leí sobre dioses y religiones, es una investigación de escritorio. Y sí hubo un autor que me marcó y que me llevó a convertirme en escritor: Víctor Hugo, sobre todo con su novela Los miserables, a la que considero una de las obras mayores de la literatura universal de todos los tiempos.

P  ¿Qué puede decirnos acerca de lo que la literatura le ha brindado de manera particular o especial?
R  La literatura me ha dado un capital humano enorme, maravilloso: la amistad de la gente, su fraternidad, su aprecio, su respeto, su solidaridad. Eso no se paga con nada. Y lo siento en cada Feria del Libro, en todos los lugares adonde voy, en colegios y universidades: la inmensa mayoría de las personas de este país y los países vecinos ha leído alguno de los 60 libros que he publicado. Ese es el mejor de los premios literarios, y la mejor ganancia que me ha dado la vida.

P  Si tuviera la oportunidad de poder ser uno de los tantos personajes que han existido a lo largo y ancho del mundo de la literatura universal, ¿cuál escogería y por qué?
R  Escogería a Miguel Strogoff, en la novela del mismo nombre, escrita por Julio Verne. Porque el protagonista de la obra tiene una meta fija, y supera todos los obstáculos para conseguirla. Miguel demuestra que con la mística, con la devoción por una causa, con la voluntad, se consigue cualquier cosa que un ser humano se proponga.

P  ¿Hay algún nuevo proyecto que pueda compartir con los lectores de Latitud?
R  Para octubre se reeditan seis libros que hace rato están agotados: Los hijos del viento, La cuerda loca, Bendita sea tu pureza, Canto personal a la libertad, Solo el silencio grita y Jazmín desnuda. Y se publica un nuevo libro, precisamente el número sesenta: El duende de la guarda. Y lo importante es que la página en blanco es para mí una tentación a la que no puedo ni quiero resistirme: seguiré escribiendo hasta el último instante.
 

Róbinson Quintero Ruiz
sumario: 
El célebre autor colombiano de la novela ‘La rebelión de las ratas’ y de otras 60 obras, falleció el 2 de mayo de 2016. Esta entrevista fue publicada en Latitud el 15 de septiembre de 2013.
No

Retrato de una madre

$
0
0

Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados; una mujer que, siendo joven, tiene la reflexión de una anciana, y en la vejez trabaja con el vigor de la juventud; la mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños; una mujer que siendo rica daría con gusto su tesoro para no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud; una mujer que siendo débil se reviste a veces con la bravura del león; una mujer que mientras vive no la sabemos estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero que después de muerta daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus latidos. De esa mujer no me exija el nombre si no quieres que empape de lágrimas vuestro álbum, porque yo la vi pasar en mi camino. Cuando crezcan vuestros hijos, léanles esta página, y ellos, cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para vosotros y para ellos un boceto del Retrato de su madre.

*Obispo chileno 1852-1917

Domingo, Mayo 8, 2016 - 00:00
Imagen: 
Contenido para mayores de 18 años: 
No

Lo que faltó por decir de Gustavo Turizo

$
0
0
Domingo, Mayo 8, 2016 - 00:00

A Gustavo Turizo lo encontré por primera vez saliendo de un ascensor en un edificio del norte de Barranquilla acompañado de un bullicioso séquito que parecía querer robar un poco del brillo característico que emitía este artista de la costa Caribe.

La segunda vez lo encontré en una decadente discoteca del sur de la ciudad acompañado de dos enormes Drag Queens que parecían una fortaleza cosmética, no permitían que nadie se acercara al autor de la célebre instalación Las mujeres más lindas del mundo son hombres.

Pero sin duda la mejor manera de conocerlo fue y es a través de sus obras. Sus cuadros, especialmente, se salían un poco de los temas tradicionales. Lo de Turizo era una pintura de propuestas ‘alternativas’, para usar un término muy en boga por aquellos  años noventa.

Su obra pictórica está conformada por imágenes sugestivas, donde lo grotesco, lo pop, lo kitsch y cierta demanda crítica contra el devastador consumismo de Occidente, que hallaron un espacio de conjunción en la paleta turiziana. Lastimosamente, la vida del autor fue muy corta, y quedó en el aire la sensación de que  faltó mucho por decir de su arte. No obstante, lo que alcanzó a elaborar tiene la fuerza y la contundencia para resaltarlo quince años después de su partida.

Touched for the very first time es una mirada a uno de los artistas más versátiles e influyentes de la generación de los años noventa en la ciudad de Barranquilla. Gustavo Turizo cursó estudios en la Universidad del Atlántico; se destacó no solo como un artista interdisciplinario, sino que combinó su práctica como asistente curatorial, director de arte en cine y videos musicales. Fue coreógrafo, ilustrador y tuvo un sinfín de actividades paralelas. Esto le permitió ampliar sus medios de subsistencia en los años noventa.

Hoy, en retrospectiva, resulta interesante dentro del contexto de su obra comprender  y ampliar la visión sobre qué significaba para él ser una artista en esos años en específico. De ello se ocupa una muestra en Espacio Odeón, en la ciudad de Bogotá, donde también se exhibió el video-instalación a dos canales del artista de La Guajira Eusebio Siosi titulada Sueños de la Outsui, y el video Lágrimas de Isis, de la artista cartagenera María Isabel Rueda.

Esta muestra reúne gran parte de la corta pero intensa producción de Gustavo Turizo. Una trayectoria que resultó trágicamente truncada por su inesperado fallecimiento en el 2002. Su producción transitó en medios tan diversos como instalación, fotografía y pintura,
además de colaboraciones con otros artistas de diferentes campos.

La muestra surge a partir del proyecto de investigación del colectivo La Usurpadora, que busca recuperar artistas del Caribe que han sido muy importantes e influyentes tanto a nivel local como nacional, pero que han sido relegados de la historia oficial del arte en Colombia. También, según los miembros de este grupo de espacio de arte independiente, este proyecto les tomó un año de investigación, entrevistando a personas que tenían obras de Turizo, entre ellos amigos, familiares y colegas artistas.

En ese proceso contactaron al curador Eduardo Vides, quien tenía archivado y referenciado el curriculum del artista. También apoyaron Martina Turizo, hermana del desaparecido; el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, que tiene en comodato gran parte de la obra de Turizo. Se sumaron amigos y coleccionistas como Gustavo García, Magola Moreno, Fernando Castillejo, Danny González, Claudia Banoy, Johnny Insignares y Jéssica Mitriani, que facilitó una copia del cortometraje Rita va al supermercado. También aportaron a la búsqueda Deyana Acosta, con la Fundación Cayena, de la Universidad del Norte, y la Fundación Visión Cultural, de Roberto Caridi.

«Para nosotros la obra de Turizo representa un momento muy importante de producción artística de una generación que ha sido poco estudiada a fondo y que toca problemáticas de género desde una perspectiva conceptual y crítica pero muy sensible y sutil, desde lo autobiográfico», comenta María Isabel Rueda, un día antes de la instalación de esta retrospectiva.

A juicio de Mario Llanos, Turizo experimentó con telas estampadas de motivos kitsch y todo tipo de referentes de la cultura popular que impregnó de un humor muy sofisticado. En sus instalaciones como Las mujeres más bellas del mundo son hombres, con la que resultó ganador del Salón Regional de Artistas de 1995, el cual se llevó a cabo en el Museo de Arte Moderno de Cartagena, se le rindió una suerte de homenaje a sus amigos de la escena transexual, quienes sirvieron de modelos en la instalación.

Pero para muchos, la obra de Turizo no tuvo el reconocimiento que merecía a nivel local, ya que su trabajo era demasiado contemporáneo para una sociedad tan extremadamente conservadora como lo es aún hoy en día la ciudad de Barranquilla.

Gustavo Turizo, Barranquilla, (1962- 2002).

 

Por ejemplo, la obra Touched for the very first time hace referencia al tema Like a Virgin, de Madonna, de quien Turizo era un fan acérrimo, por ello su cercanía a muchos transformistas de la ciudad que en los diferentes bares LGBTI hacían los shows de doblete de la Material Girl.

Hay una pieza en la exposición que es todo un libro que ‘Turi’ hizo con los recortes de prensa que él encontraba de Madonna. Él los organizaba, recortaba y pegaba, y puede uno ver todas las etapas de Madonna con los dibujos e intervenciones que él hizo. También en la muestra está enmarcada  una revista Interview –que le había regalado un amigo a Turizo–, cuya portada es Madonna, y está autografiada por Andy Warhol y la misma diva, comenta María Isabel.

Marco Mojica, quien fue amigo del artista y también formó parte de esta curaduría, nos da ciertas pistas sobre su curiosa personalidad:

«Era un tipo muy inteligente, con un humor tan agudo que uno no podía sino partirse de la risa con cada uno de sus comentarios. No le interesaban los conflictos, y menos los dramas, quizás por eso, cuando enfermó se encerró en sí mismo, no quería salir. No sé qué le preocupaba, quizá muchas cosas o quizá ninguna. Lo apasionaba Madonna y cualquier vaina que tuviera que ver con ella. Lo trasnochaban las fiestas, de eso no me cabe la menor duda. Le escuché alguna vez definir su obra como un pastelillo victoriano, muy bonita por fuera pero por dentro lleno de estiércol. El ser gay se convirtió en el tema central en la obra de Gustavo, fundamentalmente autobiográfica. Manejaba el tema con un sentido del humor tan impecable, que pudo crear una instalación titulada ‘Marica el último’. Esta corta frase encierra todo lo que significa ser homosexual en el Caribe. Para comenzar, Gustavo tenía la gran fortuna de ser no solo un artista conceptualmente sólido sino también con habilidades técnicas excepcionales para la pintura. De sus series de pintura que –a mi juicio– son las mejores son las que están realizadas sobre telas estampadas. Gustavo solía ir al Centro a comprar telas para luego montarlas en bastidores y pintar sobre ellas; el resultado era unas pinturas indescifrables donde lo kitsch (otro de sus temas favoritos) de las telas contrastaba con esas imágenes inquietantes que pintaba sobre ellas».

Sin duda, Turizo dejó una huella en el arte hecho en esta zona del país. Su mirada desenfadada y provocadora aún se pasea de voz en voz de aquellos artistas que se niegan a olvidarlo, pero también en su familia, quien le recuerda de manera permanente. Así lo rememora su hermana Martina Turizo:

«De mi hermano Gustavo tengo muchos recuerdos bellos. Era excepcional, buen hermano, hijo, amigo, tío, en fin, amaba a su familia. Era un intelectual de tiempo completo, sabía de arte en toda su extensión: música, cine, amaba la lectura, le gustaba el teatro y por sobre todo la pintura. Siempre fue muy alegre, entusiasta, excelente bailarín, le gustaba mucho el carnaval. A veces era como un niño jugando cuando creaba, planeaba y luego plasmaba sus ideas sobre el lienzo. Para él, su mundo giraba en torno a la imaginación. Según cuenta mi madre, desde muy pequeño mostró su interés por el dibujo, a muy temprana edad lo manifestó al tener papel y lápiz en sus manos. Siempre estaba dibujando. Mi madre siempre lo apoyó. Contrario a mi papá, que le decía que eso no servía para nada. Nunca fue discriminado dentro el núcleo familiar. Él siempre mantuvo su condición bien escondida, pero nosotros siempre lo aceptamos y respetábamos, pues era algo muy personal. Amaba el inglés, el cine, la televisión, era amante de los dulces, el chocolate y el cucayo. Le gustaba mucho viajar. También decorar. En cuanto a su vestir, marcaba diferencia siempre. Este homenaje lo merecía hace tiempo y llega en un buen momento».

El artista plástico Fernando Castillejo, docente de la facultad de Bellas Artes, resumió la obra de Turizo de la siguiente forma: «maravillosa, inspiradora, premonitoria, reveladora y brillante».


Gustavo Turizo, Barranquilla, (1962- 2002).


Pintura de la serie ‘Seis grados de separación’, de Gustavo Turizo.

John Better @johnbetter69
sumario: 
Las investigaciones del colectivo La Usurpadora, conformado por María Isabel Rueda y Mario Llanos, tienen como misión hacer visible la importancia de artistas del Caribe que han sido relegados de la historia oficial del arte en Colombia.
No

Entre libros y un ‘youtuber’

$
0
0
Domingo, Mayo 8, 2016 - 00:00
Archivo

El sábado 23 de abril llegué al mediodía a Corferias a visitar la feria del libro. Había un gentío. La multitud estaba furiosa porque no había entradas, los pocos policías se veían asustados, había unos empleados en una especie de patineta tratando de dar explicaciones, la lluvia venía, los ánimos se encendían.

¿Qué sucedía? –preguntaba. Alguien me explicó que un youtuber, una celebridad del mundo digital,  estaba firmando su libro. Un joven chileno Germán Garmendia, con veintidós millones de seguidores, había sido programado para que firmara su libro # Chupa el perro a sus compradores. Era imposible entrar. Unos amigos escritores me llamaron para hacer una fila y me regalaron una invitación.

Al llegar frente al torniquete la empleada nos dijo con voz tonante: «Falta el sello». Alguno de los amigos respondió: «Somos escritores». Ella dijo un cortante «Son escritores, pero falta el sello, no entran».

Estaba en el mismo punto dando vueltas y llamando desde mi sencillo celular a la editorial independiente que iba a lanzar la reedición de mi novela Disfrázate como quieras. Al fin un ‘salvavidas’ me permitió entrar, había dado vueltas dos horas. No estaba furioso sino sorprendido por el fenómeno. En mis años de juventud posiblemente el gentío estaría alrededor de la nobel  Svetlana Alexiévich o del escritor holandés Cees Nooteboom. La prensa de estos días no se ha referido a ellos con todos los bombos como se esperaba.

Todo el tiempo en que estuve en el puesto de Collage Editores con toda la pléyade costeña no cesé de preguntarme sobre lo presenciado.

Oí a Adriana  Rosas presentar su libro biográfico Brújula de los deseos, donde cuenta sus viajes, sus experiencias, sus meditaciones. Sonó apetitoso.

Había el lanzamiento de un libro de crónicas de Paul Brito. Después de El ideal de Aquiles y La muerte del obrero, excelentes libros y que nos están diciendo que Paul es de los mejores escritores jóvenes que tenemos, ahora nos entrega esta obra.

Ramón Molinares reeditó Un hombre destinado a mentir, una novela que no ha recibido la atención que merece. Es de las mejores obras que se ha escrito entre nosotros.

Julio Olaciregui, ahora entre nosotros, presentó su última novela Pechiche – Naturae. Un título sugestivo y un mejor contenido.

Y desde Canadá, donde reside, vino Gerardo Ferro Rojas a presentar su libro titulado Cuadernos para hombres invisibles. Un libro de cuentos que se suma a los otros con los que ha ganado muchos premios este joven escritor.

Ese día y el domingo siguiente hablé sobre el cuento caribe ante un público reducido, repasé los estantes, compré algunos libros en realización y miré y oí de qué se hablaba. Lamenté no oír a Abilio Estévez, un escritor cubano de maravilla.

Todo el tiempo sin embargo me persiguió el tema del youtuber. ¿Estoy viviendo un momento histórico en el mundo de los libros y no lo sopeso lo suficiente?

Recordé como en la ficción Fernando del Dongo, el protagonista de La cartuja de Parma, estuvo en la batalla de Waterloo y no supo que estaba viviendo un momento de la gran historia. Pero nosotros, los de mi generación, estuvimos en la crisis de octubre de 1962 cuando casi estalla la guerra nuclear.  Tuvimos conciencia del momento histórico que vivíamos. Nadie, medianamente informado, desconoció el gran peligro que corrimos.

Leo con atención el alud de artículos sobre el fenómeno. Algunos columnistas como Ricardo Silva aplauden que la literatura ya no será  del dominio de las minorías sino de  la gran multitud de lectores, y se demostrará que no ‘toda popularidad es impura’. Otros como Juan Pablo Calvás se preguntan «¿Qué le depara al mundo de la literatura cuando las nuevas celebridades de las letras nada tienen que ver con ese mundo?»

Juan Esteban Constaín nos dice un rotundo «Lo digital está arrollando las viejas formas de la civilización». La prensa tituló lo sucedido ese sábado como un colapso.

Ramón Illán Bacca
No

Cuando vuelvas de Marte

$
0
0
Domingo, Mayo 8, 2016 - 00:00

A
Mi abuelo murió un jueves en la mañana de un enero caluroso y húmedo. Un mes en el cual cambiaron a casi todo el personal de la biblioteca, por lo que fue necesario invertir varios días en la inducción del nuevo personal, jovencitos recién salidos de la universidad y uno que otro cincuentón encargado de sacudir y barrer. Me limité a repetir las indicaciones tratando de ser muy explícito en cuanto a lo que yo consideraba obviedades, como enviar a procesos técnicos los libros maltratados, sea un simple rayón o una hoja suelta. Ante las preguntas repetitivas, ya con el ánimo decaído, perdí el interés en confundir a los incautos con alguna recriminación sarcástica y decidí obligarlos a leerse el reglamento. Lo de mi abuelo fue, contrario a lo que podría pensarse, una especie de aire fresco al inicio de aquella tediosa mañana. Estaba plenamente justificada mi ausencia toda la semana, alguien más tendría que arreglárselas con las disposiciones erradas de los libros en las estanterías o las quejas de los usuarios por el incumplimiento en alguna renovación.

Mi mamá ya había colgado y yo seguía con el celular en la oreja. Miraba sin mirar los grumos de café, lentamente revolví con la cucharita el líquido moteado. Tomé un sorbo y dejé el teléfono sobre la mesa. Recordé las mascotas de mi abuelo, una gran variedad de perros, todos con nombres convencionales e infantiles, como Fufurú, Nerón, Chispas, Pepe. Supuse que era necesario llamar inmediatamente a una aerolínea, reservar un tiquete. Terminé el café y sentí el repentino impulso de ir al trabajo y no salir de allí nunca más.

En la noche, la intranquilidad se acrecentó. Antes de subirme al avión me tomé tres whiskys. Dormí por momentos. Las turbulencias sacudían las imágenes del sueño, hacían del aparato volador parte de una historia de vampiros salidos del subsuelo. En los últimos meses solo soñaba con vampiros o con morsas. Al recoger las maletas me sentí mareado, con ganas de vomitar. Tal vez por el calor, por el olor dulzón de la fruta podrida o la ausencia de dolor.

Las luces de la casa estaban apagadas. La calle, desierta. Solo vi a un celador fumando junto a un árbol, miraba al cielo obstinadamente. Unos metros más adelante reconocí el Renault 12 de Efraín, la luz amarilla de la farola resaltaba su carácter transitorio y sentimental, un ready made microapocalíptico. Bajé la cabeza, moví con la punta del zapato una tapa de cerveza, miré de nuevo a la casa, por una extraña razón sentí que no había sido invitado. Recordé un chiste sobre funerales, me mordí el labio inferior y asentí leve pero repetitivamente, por qué vine, me pregunté, al instante timbró el celular, era Lucrecia, le dije ya llegué, y la escuché llorar.

B
Santiago, aún aturdido por la borrachera de la noche anterior, buscó en el interior de los cuatro buses que salían a las ocho de la mañana para Cali y no encontró a Benjamín. Introdujo la moneda en la ranura del teléfono público, notó que su mano temblaba, pensó en un café y un cigarrillo. Su tío contestó. Su tono de voz delataba una falsa sorpresa, una frasecita típica mal aprendida se deslizó a través del cable, ¿Sara no le dijo? Salimos a las diez. Santiago hizo una mueca, una mezcla de desprecio y cansancio, o algo parecido. Antes de colgar confirmaron de nuevo la hora, por rutina, y se despidieron con sequedad. Santiago sacó otra moneda y llamó a Catalina, su novia hasta la semana anterior. Ocupado. Dejó descolgada la bocina, no sin antes asegurarse de que nadie lo veía. Él creía que eso era un acto antiestablecimiento. Antes de pedir el café había dicho carajo cuatro veces.

—¿Dónde tenés la maleta?
La voz de Benjamín salió débil, suave, ajena a un fumador compulsivo como él, y aunque sabía la respuesta, aguardó, arqueando las cejas, con las manos rígidas, sus gruesas venas en relieve y los labios resecos, como si lo que esperara fuera cualquier tipo de contacto. Santiago introdujo el morral en la cajuela después de sacar el walkman y cuatro casetes sin sus respectivas cajas. Metió cada par en los bolsillos traseros de los jeans y miró a su tío a través de los lentes oscuros. Notó su apariencia de cuarentón cuando apenas rozaba los treinta y dos. Creyó haberle contestado.
—Voy por agua. ¿Querés?
Benjamín sacó un cigarrillo y negó con la cabeza entrecerrando los ojos.
Santiago compró una soda y un Alka-Seltzer, leyó un titular de Vea que estaba en el estante de revistas: “Metalero mata a su hermana de quince años en nombre de Satanás”. La fotografía del supuesto asesino estaba un poco borrosa, y el dibujo del diablo diagramado a su lado parecía sacado de una película de Disney. Al cabo de unos minutos se hizo consciente de sí mismo y se vio contando las burbujitas del vaso de soda con el Alka-Seltzer disuelto. De un tirón se la bebió. El reloj electrónico con números verdes que pendía del techo marcó las 9:52 cuando lo miró. Apretó play en su walkman, reconoció con agrado los acordes y cantó solamente la primera frase, come as you are, pues siempre había sido muy malo para aprenderse las canciones en inglés.
El aire acondicionado del bus lo relajó. Apoyó la cabeza contra la ventanilla. El motor estaba encendido. Cerró los ojos y unas líneas vertiginosas y fosforescentes aparecieron en sus párpados cerrados.
—¿Y Nico? —preguntó Santiago, sin mover la cabeza, cuando sintió a su tío acomodarse en la silla.
—Enfermo todavía. De pronto Jorge se aparece.
—¿Ya se vieron?
—¿Quiénes?
—Jorge y Alicia.
—No hace sino llamarla. Él cree que después de cinco años las cosas van a mejorar, como si uno volviera de Buenos Aires para seguir en las mismas con los mismos… ¡Qué pereza ver a don Aurelio! —Santiago se imaginó el rostro de su tío, atribulado—. ¡Hubiéramos celebrado el regreso de Alicia en la finca de su mamá y no por allá tan lejos!

Santiago seguía viendo las líneas de colores. Poco a poco empezaron a formar figuras. Quiso descubrir un elefante. Pero no, no parecía
realmente un elefante. Pensó que siempre había escuchado a su tío referirse a su propio padre como don Aurelio, cuántas verdades se escondían tras esa falsa muestra de respeto por aquel hombre, el patriarca, el artífice, el indicador anímico de los triunfos o fracasos existenciales de cada miembro de la familia.
Benjamín continuó:
—Su mamá estaba como un
tití anoche, por la borrachera
que se pegó.
—Está como loquita ella, ¿no? —Al instante pensó en Catalina.
—Todas las Franco están loquitas. Si no, míreme a mí —sonrió y tocó levemente el brazo de Santiago, doblando la muñeca con gracia, y añadió al ver la venda en la mano de su sobrino hecha por una desconocida la noche anterior, tras cortarse con una botella quebrada—: ¿Qué le pasó ahí?
El bus arrancó.
—¿Dónde? —preguntó sin levantar la cabeza ni abrir
los ojos.
—En la mano.
—Me picó un cangrejo.
—¿Un cangrejo?
—Sí. Un cangrejo satánico.

SOBRE EL AUTOR


Jacobo Cardona Echeverri. Antioquia 1978. Fue ganador de la Beca de Desarrollo de Proyectos Cinematográficos de la Fundación Carolina y Casa de las Américas, Madrid, España (2011), y Beca del Laboratorio de Guion Cinefilia, Medellín (2014). Ha publicado varios libros, entre ellos ‘Las vidas posibles’ (14 Premio Internacional de Novela José Eustacio Rivera (2014), e ‘Historia de los objetos insignificantes’ (2015).

La aventura de narrar
A manera de presentación
en el libro (fragmento)

Por Heriberto Fiorillo*

El Premio Nacional de Cuento La Cueva fomenta y estimula la escritura entre los colombianos y premia anualmente a los mejores. Me imagino este año a los jurados, decepcionados tras la infructuosa búsqueda de once cuentos que necesitaban para completar los 25 de la idealizada antología. Me los imagino discutiendo qué hacer para no aparecer soberbios en su juicio ni despreciativos del esfuerzo de tanto cuentista nacional, unos mil trescientos que se atrevieron a medir sus fuerzas por un premio respetable y sustancioso como este. Al seleccionar los excelentes catorce cuentos que recomiendan publicar, los jurados señalan que la mayoría de los participantes ignora las características del género y exhibe vicios de forma y de fondo. Por un lado develan una pobreza de recursos formales y por otro abusan de la violencia como tema recurrente, lugar común de casi todos sus relatos. La observación obliga a una reflexión personal y masiva. Personal, en cuento que exige a cada escritor una análisis de las historias que selecciona y sus maneras de contar. Masiva, porque el número de personas que se asumen escritores en Colombia es muy grande y así de grande y nacional debería entonces de sentirse el remezón.
*Director de la Fundación La Cueva.

Jacobo Cardona Echeverri
sumario: 
Fragmento inicial del relato ganador del Primer Premio IV Concurso Nacional de Cuento La Cueva, cuyo galardón fue entregado recientemente en Barranquilla. El autor es antropólogo, realizador audiovisual y docente.
No

¿Cuándo un ‘spoiler’ deja de serlo?

$
0
0
Domingo, Mayo 8, 2016 - 00:00

La muerte de Jon Snow (Kit Harington) al final de la quinta temporada de Juego de tronos fue uno de esos momentos que forman parte de la historia de la televisión que hicieron correr chorros de tinta y que provocaron ríos de lágrimas. Ahora, la polémica en torno a su resurrección en el segundo episodio de la sexta temporada está servida.

Las principales cabeceras (publicaciones) del mundo del entretenimiento, como Variety, The Hollywood Reporter o People, lanzaron análisis, reflexiones e incluso entrevistas con el propio Harington, y lo hicieron apenas unos segundos después de que concluyera su emisión en la costa este de los Estados Unidos.

Especialmente llamativo fue el caso de Entertainment Weekly, que colgó en Twitter una instantánea del momento de la resurrección de Snow, acompañada por una frase del actor: «Me gustaría pedir perdón por mentir a todos», en alusión a todas las veces en las que el intérprete británico aseguró que su personaje realmente había muerto.

Así que el debate sobre qué es realmente un spoiler y el tratamiento en los medios sobre las últimas novedades que ocurren en las series parece estar más vigente que nunca.

«Lo que estamos viviendo desde hace ya unos años es que desde las propias cadenas se fomentan y se alimentan estas situaciones», dijo a Efe la española Elena Neira, especialista en redes sociales y autora del libro La otra pantalla.

«El miedo al spoiler genera ansiedad por consumir el producto lo antes posible y por vivir la experiencia colectiva de cada capítulo en directo. De esta forma, y en el caso de Juegos de tronos, se consigue lo que quiere la cadena: que el espectador se pague HBO para verlo en directo», agregó.

Neira, licenciada en Derecho y en Comunicación Audiovisual sostiene que el fenómeno comenzó a originarse hace unos tres años gracias a The Walking Dead, la serie de televisión número uno actualmente en Estados Unidos, con cerca de 20 millones de espectadores de media.

«Los medios percibieron que podían usar las redes sociales en su beneficio para amplificar la comunicación de una serie de televisión», apuntó Neira, quien sostiene que esos artículos publicados inmediatamente después del final de un capítulo tienen como objetivo «que los usuarios hagan clic, los comenten y los difundan».

El problema reside, tal y como asegura la experta, en que «hay medios que lo hacen muy bien y otros que titulan con demasiados detalles».

Entre los medios más conservadores en ese aspecto se encuentra la web de la cadena estadounidense CBS.

«Con series como Juego de tronos», explicó a Efe Ned Ehrbar, editor general de CBSNews.com, «discutimos abiertamente momentos importantes, pero no los incluimos en los titulares ni en las imágenes con las que los acompañamos» en las redes sociales.

«Eso sí, una vez que haces clic en el artículo», agregó, «hay una sensación de que lo que se ha emitido ya da pie a una conversación justa, especialmente si se trata de algo realmente importante».

En esos casos, siempre se advierte de ello al comienzo del texto.

En cambio, quienes se decantan por destripar las últimas novedades sin piedad en sus titulares «polarizan a la comunidad fan», en palabras de Elena Neira, quien fue directora de marketing de la distribuidora cinematográfica Wide Pictures.

«Si eres un fan de verdad, no vas a dejar pasar una semana para ver el episodio», declaró la especialista, que suele emplear herramientas en Twitter para bloquear palabras clave y así ahorrarse disgustos en forma de revelaciones indeseadas.

Ehrbar aconseja a los espectadores que, especialmente cuando se trata de «eventos culturales relevantes», como califica a Juego de tronos, «deben decidir ellos mismos si prefieren evitar las redes sociales».

«Sabes que la gente va a estar hablando sobre lo que está viendo en ese preciso instante», manifestó. «Una vez que algo se ha emitido, todo es justo. No puedes pretender que el resto del mundo lleve tu mismo ritmo», valoró.

En ese aspecto coincide con Neira, quien señala que «las redes sociales son públicas y no se pueden controlar; son democráticas y absolutamente libres, para lo bueno y para lo malo».

Así es uno de los grandes dilemas de la televisión actual.

Un problema tal vez percibido con una óptica diferente por los llamados «nativos digitales», quienes no comprenden la «autocensura» de los medios puesto que para ellos «la información circula libremente», frente a quienes han vivido la transición desde lo analógico a lo digital.

Concluyó Neira que «la realidad es que, o ves el último episodio cuando debes o estás condenado a que la información circule. Sabes a lo que te expones. Es inevitable». Efe

'SPOILER'
Significa “estropear”, “arruinar” o “descomponer”. Es la descripción de una parte importante de la trama de un programa de TV, película, libro, etc; antes de que sea exhibido al público.

 
Antonio Martín Guirado
sumario: 
El fenómeno se repite constantemente: termina el último episodio de su serie favorita y aparecen artículos en Internet explicando cada detalle de la siguiente temporada, con titulares e imágenes que destrozan las sorpresas para sus seguidores.
No

Latitud 15 de mayo de 2016

Viewing all 761 articles
Browse latest View live